Portman, el gran desastre ecológico Mediterráneo

Imagen: portman.org.es (Vista de la bahía totalmente cegada por los estériles)

PORTMAN

Portman, pueblecito costero situado en la Sierra Minera de Cartagena, se asomaba a las orillas de una pequeña pero hermosa bahía que le convertía en un paraiso natural. Portman fue puerto romano (Portus Magnum), hasta el que, a través de una calzada que aún existe, llegaban los productos minerales para su embarque.

La actividad minera en la sierra de Cartagena se pierde en el tiempo. Plata, ploma, zinc, azufre... despertaron los intereses de cuantas civilizaciones se asentaron en la zona. El historiador romano Polibio cifra en 40.000 los esclavos que trabajaban en estas minas.

Después de un paréntesis de varios siglos a finales del XIX se retoma la explotación minera, A mediados del siglo XX, la técnica de explotación deriva hacia grandes explotaciones a cielo abierto. Para ello se construyó un gigantesco lavadero de flotación al que se llamó "Roberto", que con absoluta impunidad comenzó a verter los estériles mineros a la bahía de Portman. Hasta 10.000 toneladas diarias de lodos contaminantes iban paulatinamente cegando la otrora hermosa bahía.

En 1990 se ordenó el cese de los vertidos, pero la bahía ya no existia, cegada por completo por más de 33 millones de metros cúbicos de estériles (60 millones de toneladas). La empresa de explotación minera (Sociedad Minera y Metalúrgica Peñarroya S.A), vendió las minas y se marchó con las ganacias. La nueva empresa de carácter urbanístico tardó muy poco en cerrar las minas, con la poca disimulada intención de promover urbanizaciones costeras.

El tema de la recuperación de la bahía es controvertido e incluso ecológicamente peligroso, pues hablamos de remover toneladas de estériles cargadas con metales pesados. La Administración regional estudia distintas alternativas, pero el futuro es siempre incierto.

La situación ambiental de las costas de la Región de Murcia, tiene sus contrastes. Desde parajes perfectamente conservados como el entorno de Cabo de Palos, hasta la contaminación existente en las cercanías de Cartagena, donde a través de emisarios submarinos se vierten al mar los residuos industriales de Escombreras, o los fondos totalmente "trillados" por la pesca de arrastre en la zona de Mazarrón.

El viejo Mediterráneo enferma por la acción del hombre. Si queremos que las generaciones que nos releven puedan disfrutar de sus aguas, debemos tomar conciencia de ello.