Iba paseando por uno de los puentes de Paris, cuando pasó por su lado corriendo, y parecía que también llorando, era ella, su amor, su vida, la razón de su existencia, de todo. Tardo unos segundos en reaccionar, los suficientes para que ella adelantara un largo trecho y girara en una esquina. Por un momento pensó que se había equivocado, que sus deseos de verla volvían a engañarlo, y aminoro el ritmo, pero luego, pensó, “y si es ella realmente ¿qué?”.En pocos segundos, Beppo ya había recorrido gran parte de todo el camino que ella ya había hecho, Abbie estaba atravesando un paso de peatones, con un poco menos de velocidad, debido al paron para esperar el muñeco verde del semáforo. Fue entonces, cuando, aprovechó para alcanzarla.
-¿Abbie?¿Qué haces aquí?
Beppo pudo apreciar el terror de Abbie en su cara. Quizás le había dado un tirón demasiado fuerte.
-¿Beppo?¿qué haces aquí?
Siempre reaccionaban ante todo igual. Dos segundos mas tarde, estaban ambos abrazados, sintiendo el cuerpo arder del otro. Hacia mucho que no se tocaban, que no se sentían, que no se amaban. Hacia mucho, pero solo para ellos, realmente solo habían pasado unos meses, unos meses lentos, muy lentos. Y ahora, estaban ambos en Paris, abrazados, olvidando al resto del mundo, en esa ciudad donde hacia un año, estuvieron juntos, de viaje, donde fueron mas felices que nunca.

-Dime.
-¿Dime?¿Cómo que dime?¿Será broma eso de que estas viviendo en Francia verdad?.-Esta alterado. Quizás triste. Incluso preocupado.
-¿Broma?¿Te parece un tema propio para bromear?
-No...-Y Nathan se rinde. Es verdad, esta viviendo en Francia.
-¿Entonces?
-¡¡¡Pues no lo sé Abbie!!!
-¿por qué me gritas?
-Perdona, no quería...gritarte. Pero es que no me puedo creer que estés en Francia.
-¿Por qué? No es tan difícil de llegar ¿eh? Con un avión... fácil.
-Ya...Pero ahora si que estas demasiado lejos.
-¿Demasiado lejos?¡¡¿Demasiado lejos?!!-Abbie piensa en todos esos meses que le echo de menos, en todos esos meses que ni siquiera sabia si seguía vivo.-Permíteme esta vez que te grite yo, ¡¡Eres un imbecil, Nathan, un imbecil!!
-¿Un imbecil yo?¡Yo no me voy a Francia sin avisar Abbie!
-Y yo no estoy seis meses ignorandote, no estoy seis meses metida en mi propio mundo olvidando a la gente que me quiere de verdad, hay que saber... hay que saber ciertas cosas, ciertas cosas esenciales.
-¿Si?¿Y que sabes tu de cosas esenciales?
-Pues mucho.
-¿Si? Defíneme esencial entonces.
-Tú.-Y cuelga. Nathan si que no sabe nada de cosas esenciales. Y echa a correr. En dirección a su casa. Esta lejos, pero no piensa parar, piensa llegar corriendo, piensa llegar cansada, tan cansada como para caer rendida en la cama.

"¿te quiero mucho Abbie?", "¿te echo de menos?", por favor si hace mas de seis meses que no hablan, siempre la sorprende, no sabe como lo hace, pero es lo mas impredecible que conoce. Vuelve a darle a la tecla de responder, y se acuerda de aquélla oferta que puso para los sms internacionales, y pensar que no le haría falta... y se echa a reír.
"¿de vacaciones? Que va, estoy viviendo aquí. Llevo desde septiembre de un lado a otro, aunque en Paris llevo mas tiempo de lo normal. Un beso. y me alegro de que estés bien."
Empieza a comerse el postre. Tarta de chocolate. Y se acuerda de Beppo, aunque ella no quiera, siempre se acuerda de el cuando come chocolate. Sabe por que, y lo odia. Odia tener que relacionar ciertas cosas con recuerdos, mas que nada porque odia acordarse de el. Se levanta de su mesa recoge sus cosas y paga. Sale del restaurante y por un momento no sabe a donde ir, se siente sola, demasiado sola, con muchas ganas de ellas, con muchas ganas de una de cuatro de cuatro. Le suena el móvil, es Nathan, pero es incapaz de cogerlo , como coja el teléfono se echa a llorar en plena calle. Le cuelga, para que sepa que no puede hablar o no quiere, pero el vuelve a intentarlo, Nathan es así, cuando el da por Abbie, le da por Abbie. Pulsa el verde.

Sábado.2.30.
Se encontraba comiendo unos espaguetis a la carbonara buenísimos. Su comida favorita. Le suena el móvil. Un sms. Espera que sea de Steele, o de alguna de sus amigas, o quizás...también espera que sea de Beppo pero eso es imposible. Abre el sms. Y a pesar de no ser ninguna de las personas que pensó en un principio, se le ilumina la cara.
"te quiero".Se pone nerviosa.¿cuánto tiempo hace que no hablan? el ni siquiera sabe que está en Paris... se enfadara cuando se lo diga. mucho. o quizás eso hubiera sido antes. Seguro. Ahora no le importara nada, o casi nada. Vuelve a leer el sms. Es Nathan. Y no se lo puede creer. Le da rápido a la tecla de responder, al fin y al cabo siempre han tenido mucha confianza, ella siempre lo a querido muchísimo, mas que a nadie de echo, pero el, es mas de ser amigo de ellas, no es de esos que van teniendo relaciones con sus amigas, una lastima, seriamos la pareja perfecta. piensa. Le responde:
"yo si que te quiero amor. Besos desde tierras francesas"
Y sigue comiendo sus espaguetis favoritos. Feliz. demasiado feliz. Con el siempre le pasa lo mismo, una de cal y otra de arena, un te quiero, que a ella siempre le parecen sinceros, y seis meses sin hablar....nunca llegara a entenderlo. Pero le quiere, ¿Qué mas dará el resto? Siempre se ha portado muy bien conmigo... por el, la vuelta al mundo si es necesario. se acuerda. Ya lo esta haciendo. Y piensa en el día que tomo su decisión, y piensa todo lo que reflexiono. Y se acuerda, se acuerda lo que pensó, pensó que el no la quería, y se derrumbó, y decidió marcharse, marcharse de todo lo que la rodeaba. El sonido de su móvil la sacó de aquellos recuerdos.
"¿tierras francesas?¿vacaciones en enero? Sorpréndeme cuando vuelvas con algo bonito. te llamare al fijo alguno de estos días. estate atenta cariño. te quiero mucho Abbie, y te echo de menos."

Se levanta de la cama. Sábado. 12.30
¿Qué estará haciendo? Dormir segurísimo. Con lo que a Abbie le gusta salir por la noche, seguro que el día anterior llegó a su casa tardísimo y ahora está descansando. Sale de la habitación y se prepara el desayuno. Llama a uno de sus amigos para preguntarle a que hora van a quedar, entre risas y demás deciden la hora y quien de los dos llamará al resto. Cuelgan. Coge su móvil, pulsa varias veces el principio del numero de Abbie, nada, no se decide. Abre la carpeta de los sms, tiene muchos sms suyos, la mayoría diciéndole cosas bonitas, miles de tequieros, de besos, diferentes formas de demostrar cuanto le quiere, mucho amor, mucha ternura, mucha confianza. Seriamos la pareja perfecta, piensa. Y con ese pensamiento, cierra su móvil, y se viste. Vaqueros y camiseta. Y sale de casa. No ha dado ni dos pasos y ya se encuentra a sus tres amigos charlando en dirección a su casa.
-¿Pero no habíamos quedado en....?
-ya tio no te que quejes, para una vez que no llegamos media hora tarde...
-¡No jodas!¿Cómo voy a quejarme?
Se saludan. Hay mucha confianza entre ellos. Muchas veces piensa que no sabría que hacer sin ellos.
-Una de cerveceo ¿no?
-Si si tio perfecto.
Y los cuatro entran en el primer bar que ven. Se sientan. Charlan. Ríen y comentan. Pero Nathan no puede dejar de pensar en ella. No puede dejar de pensar en cuanto la echa de menos, quizás mas que ningún otro día y sin pensárselo, le manda un sms.
"te quiero."