Almendralejo

En el corazón de la comarca de Tierra de Barros, junto a la antigua calzada romana de la Vía de la Plata, se sitúa Almendralejo, con cerca de 35.000 habitantes, tierra antaño cerealista y que hoy está dominada por la vid y el olivo con importantes bodegas y una producción de cava cada vez más apreciada por el consumidor.

El origen de Almendralejo data del siglo XIII con la Encomienda de la Orden de Santiago que se conoció como "Almendral de Mérida". Como otras localidades de Extremadura, en el siglo XVI no fueron pocos los almendralejenses que se embarcaron en la epopeya americana. Nombres como Martín Casillas, Alonso Ortiz de Elgueta, Pedro Alonso Galeas o Diego de Paradas hicieron historia en la conquista y administración del nuevo mundo.

Nuestra visita se inicia en la Plaza de Toros, edificada en 1834 que presenta la particularidad de alojar bajo el graderío a modo de bodega, veintinueve conos de barro de enorme tamaño, capaces para 30 000 arrobas de vino. Seguimos hacia el Santuario de Nª Sª de la Piedad, patrona de la localidad, un sencillo edificio de cruz latina en el que destaca el retablo mayor de estilo barroco. Continuamos hacia la Iglesia y Convento de Santa Clara, erigido en 1702, de fachada encalada y muy sobria donde destaca una espadaña barroca con tres vanos. De inmediato llegamos al Palacio del Marqués de la Encomienda, edificio barroco de la segunda mitad del siglo XVII en cuya fachada destaca la portada de mármol adintelada con molduras decorativas.

Y así llegamos a la Plaza de España, centro neurálgico de Almendralejo. En pocos metros encontramos la Iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, templo principal de la ciudad, de principios del siglo XVi que combina varios estilos. El interior de nave única donde destaca el retablo mayor, réplica del original del XVII, obra de Salvador Muñoz y Francisco Morato, incendiado en 1936. Las pinturas murales fueron ejecutadas en 1948 por los italianos Octavio Bernardi y Giovanni Gritti. Particularmente me gustó mucho una imagen de Nº Padre Jesús del Gran Poder (no puedo ocultar mi especial debilidad por el Nazareno) que salió de los talleres sevillanos de Mauricio Tinoco en 1954.

No podemos terminar sin referirnos a cuatro edificios civiles que son identificativos de Almedralejo: el Palacio del Monsalud, del siglo XVI, cuyo interior se estructura en torno a un patio central, en la planta baja los arcos de medio punto montan columnas en granito rosado y decorado con un zócalo de azulejería sevillana del siglo XVIII. Una placa en la fachada recuerda que fue la casa natal del poeta José de Espronceda. Restaurado en 1983, se convirtió en sede del Ayuntamiento.

El Círculo Mercantil, edificado en 1924, de fachada clasicista, que cuenta en su interior con obras del pintor Adelardo Covarsí. La Sociedad El Obrero Extremeño cuyo edifico data de 1930 con fachada de influencia neoclásica y patio porticado en su interior y finalmente el Teatro Carolina Coronado, levantado en 1916, con aires modernistas en las vidrieras emplomadas y la balaustrada de hierro fundido. En el interior conserva sus salones de aire neoclásico, los palcos y plateas, siendo el salón de los espejos la estancia con más decoración.

Imagen propia: Teatro Carolina Coronado de Almendralejo.