Ávila

Nuestro viaje de estudios llega a su término. A primera hora de la mañana del domingo dejamos nuestro hotel en Salamanca y emprendemos el camino de regreso. Pero la agenda nos reserva para esta mañana, una última visita a la ciudad de Ávila.

Ávila, universalmente conocida por su cerco de murallas, se fundó en época romana, con el precedente de la población vetona de Obila (descrita por Ptolomeo). Se asienta sobre un promontorio rocoso en la margen derecha del río Adaja a una altitud de 1.131 mts. lo que le convierte en la capital de provincia más alta de España. Su población actual ronda los 60.000 habitantes. Su economía se apoya en el sector secundario con dos polígonos industrales y la factoria de Nissan, y encuentra en el turismo su verdadero motor, disponiendo actualmente con cerca de 3.000 plazas hoteleras. En 1985 la UNESCO declaró a la ciudad de Ávila Patrimonio Cultural Mundial.

Nuestra visita guiada comienza en el exterior de la Muralla, levantada entre los siglos XII y XIII, con un perímetro de 2.516 mts y cimentada sobre roca, supone una potente cerca de mampostería granítica, macizada con piedra y mortero de cal. Dispone de 87 torrreones, 9 puertas y 3 poternas.

En el exterior de las murallas se puede observar la Basílica de San Vicente, modelo de románico abulense. Una rápida visita al Museo de Ávila, para llegar a la Plaza del Mercado Grande, donde desde el siglo XIII se celebraron los mercados y los grandes acontecimientos como corridas de toros, autos de fe e incluso ajusticiamientos. Al fondo de la plaza la Iglesia de San Pedro cuya fachada principal se articula en dos cuerpos: el superior, dominado por un gran rosetón, y el inferior, que alberga una portada en la que el vano de entrada es magnificado por seis arquivoltas sin decoración. La ordenación actual de la plaza responde a un proyecto de Ángel Cossín de 1865 y el flanco norte lo cierra un polémico edificio de Rafael Moneo del siglo XXI.

Antes de entrar en el interior del recinto amurallado nos hacemos la clásica foto de grupo frente a la conocida como Puerta del Álcazar. Palacios de los siglos XV y XVI adosados al interior de la muralla constituirían un segundo cinturón defensivo. En nuestro recorrido nos detenemos ante destacados edificios como el Palacio de los Dávila, Plaza Corral de Campanas con el monumento a San Juan de la Cruz, Torreón de los Guzmanes (actual Diputación Provincial), Casa de los Almarza, para detenernos en el Convento y Museo de Santa Teresa. Desde alli a la Plaza del Mercado Chico donde se ubica el Ayuntamiento, edificio de estilo isabelino del siglo XIX.

Desde aquí nos dirigimos hacia la Catedral, pasando frente a otros edificios nobles como el Palacio de Los Velada o el Palacio de Valderrábanos. La catedral de Ávila, del siglo XII, primera catedral gótica de España, se proyecta como templo y fortaleza, siendo su ábside, conocido como cimorro y entestado en la muralla, el cubo más robusto del lienzo oriental. El interior de la Catedral sorprende por su enorme belleza. Observamos con detenimiento el Trascoro, obra de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo, con unos bajorrelieves platerescos, con escenas bíblicas, de gran calidad artística. La Girola, donde sobresale el sepulcro renacentista de El Tostado obra de Vasco de la Zarza (S.XVI). El Coro realizado por varios autores (1536-1547). El Retablo del Altar Mayor (1499-1512), obra de Pedro Berruguete, Santa Cruz y Borgoña, con influencias del Cuattrochento italiano y de la escuela flamenca. Asimismo destacan el Altar de San Segundo con bajorrelieves, de Isidro Villoldo (1547), de gran simbolismo y el Altar de Santa Catalina, con bajorrelieves concluidos en 1529,obra de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo.

Y con esto llega la hora de comer. En Ávila no puede faltar un buen chuletón. Carretera y manta hacia Cartagena.

Imagen: Posando con la muralla de fondo.