Como diría Antonio Machado, "La primavera ha venido/nadie sabe como ha sido". Lo cierto que tras un invierno seco (al menos en este rincón del sureste peninsular) y unos días de veranillo anticipado el calendario marca la llegada de la estación de primavera. Con ella los días se alargan y el cambio de hora posibilitará unas largas tardes. Los meteorólogos hablan de una primavera húmeda y calurosa.

El tiempo pasa, pero la actualidad no cambia. La economía anda convulsa y las bolsas en caída por la pérdida de confianza en el sector bancario. La guerra iniciada por Putin en Ucrania continua activa hasta no sabemos cuándo. Lo que Putin programó como un paseo militar al estilo de la ocupación de Crimea, se ha convertido para él mismo en una pesadilla, cada día más solo y ahora en captura por el Tribunal Penal Internacional. Aunque sin guerra, el resto de Europa también esta revuelta. Conflictos en Francia por la reforma de la edad de jubilación, mociones de censura a los gobiernos en Francia y España, inquietud sobre el futuro del sistema de pensiones ....

Pero hablar de estas cosas, sería el cuento de nunca acabar. Por ello saludemos a la primavera con esta imagen del altar de Minerva, y el relieve con la representación de las Horas del Museo de Teatro Romano de Cartagena, que son diosas menores vinculadas al curso del año, en especial al florecimiento de la naturaleza en primavera y a su madurez en otoño.

En el altar de Minerva vemos que la que inicia el cortejo lleva unos ramilletes de amapolas y puede ser identificada con la primavera, y la que cierra el grupo con ramas de mirto en las manos, el otoño. Las horas están representadas avanzando en procesión personifican el orden de la naturaleza y de las estaciones, pero también velarían por el orden, la estabilidad social y de las instituciones políticas.

Imagen e información de la misma: Teatro Romano de Cartagena