Cartageneros en la historia: Liciniano

La llegada del verano interrumpió nuestra serie dedicada a personajes cartageneros de destacada historia, con la figura de Liberio, quien consiguió para Justiniano, establecer el poder bizantino sobre una franja mediterránea peninsular, un territorio conocido como Spania, con capital en Cartagena.

Continuamos hoy en la Spania bizantina con otra figura importante: Liciniano de Cartagena, último Obispo de Cartagena de la época bizantina, una etapa en que era sede metropolitana aunque con escasa extensión territorial, por las fronteras con los visigodos.

Nacido probablemente en la antigua Constantinopla, aunque de origen hispano, Liciniano fue hombre de gran sabiduría, calificado por San Ildefonso como “docto in scripturis”. Personifica el renacimiento cultural de Occidente. La catolicidad, frente al arrianismo de la monarquía visigoda. Encuentra una diócesis con grandes deficiencias culturales y un clero sin la preparación exigible,poniendo su celo en remediar este hecho.Contribuye con su propia biblioteca personal de obras filosóficas y teológicas de la escuela agustiniana. 

Es autor de varios escritos de carácter teológico y de influencia platónica y agustiniana, de los que sólo se conservan tres cartas: Epístola al papa Gregorio Magno, Epístola al diácono Epifanio y Carta al obispo Vicente de Ibiza.

Su estrecha relación con obispos visigodos le enfrenta al gobernador Comenciolo. Es llamado a Constantinopla, donde muere envenenado en el año 602, hecho que admite distintas interpretaciones.