miarroba
Esas despedidas

Hay despedidas que encierran en si mismas, incertidumbre, inquietud y mucha emoción. La despedida de una madre al hijo que marcha a la guerra, la de la esposa al pescador de altura que marcha a lejanos y bravíos mares .... Son despedidas que dejan el corazón encogido y la lámpara encendida junto a una imagen de Cristo.

El pintor sevillano Nicolás Alpériz (1865-1928), nos dejó esta expresiva despedida de un torero y su mujer en el momento de marchar a la plaza. Un óleo sobre lienzo de finales del siglo XIX, cuando no existía la penicilina y al ruedo saltaban toros difíciles, cornalones, resabiados, a los que había que lidiar sobre las piernas. Auténticos marrajos que inferían cornadas que hoy son de una gravedad relativa, pero en aquel entonces se convertían en mortales.

Era un "adiós" con voz entrecortada y ojos lacrimógenos. Era un "¡vuelve, por favor!", un sentido "te quiero". El poeta brasileño Mario Quintana (1906-1994) escribió aquello de que "las manos que dicen adiós son pájaros que van muriendo"

Imagen de internet


 

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A maravillas10 le gusta esto ï¿½ El 07/11/2023 a las 21:27

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maravillas10 ï¿½ El 07/11/2023 a las 21:29

Un cuadro costumbirsta muy propio de la época en que fue pintado. Es precioso y desde luego que el autor ha captado la angustia de la despedida de la mujer al torero al que no sabe si va a poder abrazar de nuevo al terminar la corrida...

Y qué bonito es esto: "las manos que dicen adiós son pájaros que van muriendo". Parece una greguería.

Un abrazo y buenas noches.