Guerras que no cesan

La paz es un anhelo casi universal de cualquier persona con un mínimo de conciencia. Sin embargo, alrededor de nuestro planeta la paz nunca ha existido. No se tratará de grandes conflictos bélicos que reclaman la atención informativa, sino de decenas de conflictos mal solucionados que permanecen activos con mayor o menor intensidad. 

Tal ocurre en la República Democrática del Congo. Un conflicto que empezó en la vecina Ruanda en 1994 cuando tutsis y hutis se masacraron mutuamente y posteriormente el enfrentamiento prosiguió en territorio congoleño. Entre 1998 y 2003 se convirtió en un escenario bélico en el que intervinieron ejércitos de nueve países africanos. Tras los Acuerdos de Pretoria firmados en diciembre de 2002, se instauró un gobierno de transición y los distintos ejércitos se retiraron del territorio. Pero algunos militares permanecieron, formando grupos armados.

Las entrañas del Congo albergan toneladas de oro, diamantes, estaño y tantalio; además de la mitad de las reservas mundiales de cobalto y el 70 % de las de coltán, imprescindibles para la fabricación de cualquier dispositivo electrónico. Demasiados intereses para que señores de la guerra y grupos rebeldes renuncien al uso de las armas y den una oportunidad a la paz. Desde 1998 se calcula que 4.000.000 de personas han fallecido en el Congo.

Imagen de AP:  Fuerzas de paz de las Naciones Unidas y guardias del ejercito de la República Democrática del Congo retiran los cuerpos del área cercana al lugar donde un convoy de la ONU fue atacado el pasado lunes 22 de febrero de 2021 en Nyiragongo. El asalto se saldó con el asesinato del embajador italiano en el Congo, Luca Attanasio, un oficial de policía de los Carabineri y su conductor congoleño.