La historia de la región sin nombre

Hoy, 9 de junio es el Día de la Región de Murcia. Lo triste es que a fecha de hoy, no pasa sino por ser un día festivo más, porque tenemos como asignatura pendiente la propia articulación identitaria de la región.

Históricamente los arqueólogos hablan de presencia humana en esta tierra desde tiempos de la cultura achelense. Pero con independencia de ello, la presencia de una organización que nos permita pensar en región nos llega con la cultura argárica, una etapa plenamente metalúrgica donde proliferan los yacimientos desde la actual provincia de Alicante hasta la de Almería. 

Declinada esta cultura, a partir del siglo VII a.C. la colonización fenicia articula una región integrada en el contexto económico del Mediterráneo. El nombre de Mastia y su adscripción al puerto de la actual Cartagena, preside una importante actividad comercial. 

Pero quizá la auténtica articulación regional llega con los romanos y la creación en el año 298 de la provincia romana Carthaginense, desgregada de la Tarraconense. Se integran en ella las colonias de Carthago Nova (Cartagena), Acci (Guadix), Salaria (Úbeda), Libisosa (Montiel) e Ilici (Elche) y hasta 65 comunidades íberas.

Un nueva organización territorial llega con la dominación bizantina en los siglos VI y VII y la creación de la provincia de Spania. Aunque no existen datos fiables sobre la organización de este territorio, existe cierto consenso acerca de que Cartagena, con el nombre de Cartago Spartaria, se convirtió en la capital de la provincia.

Y llegamos a la dominación musulmana. En el 825 Abderramán II funda la ciudad de Murcia y ya en el siglo XI surgió la Taifa de Murcia, uno de los territorios en que se dividió el Califato de Córdoba. Los musulmanes desarrollan nuevas técnicas agrícolas, que aprovechan los cursos de agua, especialmente del rio Segura. En el siglo XII bajo el mandato de Ibn Mardanis (el Rey Lobo), Murcia se convirtió en una de las principales ciudades de todo Al-Andalus.

En el siglo XIII el Tratado de Alcaraz (1243) convierte a la Taifa en Protectorado de Castilla. A partir de 1266, Alfonso X pudo comenzar a construir sin cortapisas el cristiano Reino de Murcia con la creación de concejos, la donación de villas a órdenes militares o nobles, y la repartición de tierras.

Y llegamos al siglo XIX,  la reforma liberal de Javier de Burgos hizo desaparecer el Reino de Murcia, dando lugar a la denominada Región Murciana, que integraba las recién creadas provincias de Albacete y Murcia.

Finalmente la Constitución de 1978, abrió paso al Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, aprobado por Ley Orgánica de fecha 9 de junio de 1982, por lo que se estableció la fecha 9 de junio como Día de la Región.

A falta de un nombre propio, adoptó el nombre de la capital de la Región, lo que no deja de ser un tema controvertido, pues termina unificando a todos los habitantes de la región con un concepto centralista (huertano-panocho) que no identifica a las comarcas periféricas. Otro tema nunca resuelto, en estos 42 años de Estatuto, es precisamente una articulación territorial de la región a través de sus comarcas y el reconocimiento de la identidad propia de la ciudad de Cartagena. Por razones similares la región carece de himno pues habría de recoger las emociones de todo el territorio y para eso no vale el "Canto a Murcia" de La Parranda por muy bonito que sea. Porque esta región es algo más (mucho más) que la Huerta de Murcia.

¡Feliz día de la región de Murcia!. 

Imagen de mi archivo: Noria Grande de Abarán