La paradoja del bibliotecario ciego

Este viernes he estado en Cartagena, para asistir a una de las jornadas del certamen literario "Cartagena Negra". La tarde ha empezado con un encuentro con los autores David Zaplana (Cartagena, 1975) y Ana Ballabriga (Candasnos, Huesca, 1977), quienes a cuatro manos han escrito "La paradoja del bibliotecario ciego", una de mis lecturas de este verano. 

Para empezar diré que el libro me ha gustado bastante. Ha sido un pequeño descubrimiento de estos autores, que a pesar de ser vecinos (residen en Cartagena) yo no conocía. 

Es esta una historia coral que habla de la violencia en el ámbito familiar y que parte de una tesis muy simple e indiscutible: la violencia genera violencia. Además, pone de manifiesto que todos somos agresores y agredidos en algún momento de nuestra vida. Sobre la base de tres familias que interactúan entre sí, van apareciendo las situaciones que generan violencia doméstica, entre padres e hijos, entre los cónyuges, entre los chicos, violencia sexual, violencia con las personas, violencia con los animales y hasta de los propios animales. Una lectora ha comentado lo duro que le ha resultado la lectura de determinados pasajes. Ana Ballabriga ha contestado que no tenían conciencia de esa dureza cuando escribieron el libro, en el que recogen realidades cotidianas.

Un libro que mueve a la reflexión y que a pesar de esa dureza, se devora fácilmente.