Los frutos de la cultura

Imagen: Rodolfo II como Vertumnus. Giuseppe Arcimboldo. Castillo de Skoloster (Estocolmo).

El pintor italiano Giuseppe Arcimboldo (1527-1593), fue llamado en 1562 por el emperador Fernando I, a la corte de los Habsburgo, donde serviría a tres generaciones de la dinastía. Ester pintor es conocido sobre todo por sus representaciones manieristas a partir de flores, frutas, plantas, animales u objetos.

Arcimboldo fue, no solo el escenógrafo oficial de la corte (encargado del diseño de muchos de los disfraces y máscaras que se lucían en las fiestas de palacio) sino que inventó instrumentos musicales, diseñó aparatos hidráulicos y se convirtió en uno de los personajes más polifacéticos y destacados del Renacimiento. 

Cuando Arcimboldo retrató al emperador Rodolfo II, lo concibió como el dios de la mitología romana Vertumno, que representaba la abundancia de frutos de la naturaleza en las diferentes estaciones del año. El cuadro es una alegoría con doble significado: por un lado es símbolo del poder y la riqueza del emperador y de la edad de oro que vive la época; por otro, es la advertencia a sus súbditos de que, gracias a él, no habrá escasez y que los beneficios de la tierra serán generosamente distribuidos. 

Rodolfo II reunió en su castillo de Hradcany en Praga un nutrido grupo de estudiosos, donde había alquimistas, que trataban de fabricar oro, astrólogos que estudiaban las estrellas y constelaciones y físicos que deseaban constituir una máquina de movimiento perpetuo y cuadrar el círculo.