Memorias de un verano con mascarilla (4)

SIN CELEBRACIONES EXTERNAS

Generalmente el verano es tiempo de muchas celebraciones externas. Fiestas patronales, conciertos musicales, y una variada oferta de ocio diurno y nocturno, ocupan las calles y espacios públicos. No ha sido así este año. Las medidas de seguridad sanitarias han cancelado toda programación. 

Los importantes festivales que cada verano llenan nuestra geografía han sido los grandes ausentes de la canícula 2020. Así, La Mar de Músicas de Cartagena, el Cante de Las Minas de La Unión o el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier, que reúnen a miles de asistentes cada año, han guardado silencio. 

También las festividades religiosas. Por ejemplo, la Virgen del Carmen, patrona de las gentes de la mar. Cada año se realizaban dos procesiones en Cartagena. Una la víspera, 15 de Julio, desde la Iglesia del Carmen, que recorre las calles de la demarcación parroquial y otra el 16 de Julio en el barrio pescador de Santa Lucia, que tras salir de su parroquia de Santiago Apóstol, embarca en el puerto pesquero para continuar como procesión marítima. También en mi localidad costera de Islas Menores, después de una Eucaristía en el Club Náutico, se hacía una procesión marítima. Y en otras muchas localidades marineras. 

Igualmente ocurre con las fiestas patronales. Así en este rincón del Mar Menor, la celebración de Nª Sª de los Ángeles el 2 de Agosto en Los Nietos, La Virgen de las Nieves, el 5 de Agosto en Islas Menores o la Asunción el 15 de Agosto en Mar de Cristal, que celebraban sus respectivas procesiones.

Por no hablar de las importantes ferias y fiestas de las grandes ciudades como Murcia o Lorca, o Carthagines y Romanos en Cartagena, que ha declarado 2020 como "año de la tregua"

En fin, un verano un tanto triste y mustio, sin castillos de fuegos artificiales, ni atracciones feriales para grandes y pequeños. Sin música y sin alegrías en la calle.

Imagen propia: 15 de Julio de 2020. La Virgen del Carmen es sacada hasta el umbral del templo parroquial en Cartagena, donde los fieles le cantaron la Salve, sin salir en procesión.