Mequinez

La lluvia en Fez arreció por la tarde, que estaba calificada como "libre" en el programa de viaje. Esta circunstancia motivó que solo nos moviéramos por la cercanías del hotel en la Ville Nouvelle, donde reside la clase adinerada y la población extranjera. Visitamos cafeterias y centros comerciales sin especial interés turístico.

Y el martes día 6 de Noviembre, partimos de Fez en dirección Marraquech. Pero antes paramos en Mequinez. Como nuestra visita a esta ciudad es muy breve, me apoyo en el cuaderno de notas de una visita anterior que realicé en Octubre de 1989.

Mequinez, con una población que ronda el millón de habitantes, forma parte de la ciudades Imperiales de Marruecos. Se encuentra situada en una de las mejores zonas agrícolas y productivas del pais y cuenta con una importante industria agro-alimentaria, así como industria textil y de cemento y materiales de construcción.

La Ciudad Nueva "Hamría", presenta un aspecto de población moderna, con amplias avenidas y hotelitos de planta baja, que denotan un importante poder adquisitivo. Junto a la Medina, encontramos la puerta Bab Mansour (hay que entrar por un lateral), de gran belleza. Mide unos 16 metros de alto y está rematada por un arco de herradura apuntado. La decoración es de mosaicos, en su mayoría verdes, y motivos entrelazados. Tras ella el recinto imperial y por un largo corredor se llega a la puerta del Palacio Real (no visitable).

La Medina es menos interesante que la de Fez, sin embargo se puede visitar la Mezquita Mausoleo de Mulay Ismail, ya que su entrada fue violada por un mariscal francés. Edificada por Ahmed Eddahbi, se encuentra aquí la tumba del sultán más influyente en la historia de Marruecos y que hizo de Mequinez la capital del país en el siglo XVII. En la plaza junto al Mausoleo existe una escalera que desciende hasta una antigua cárcel subterránea, la Prisión de Cara,  un espacio grande, pero lúgubre y húmedo, con arcos de medio punto, donde se hacinaban unos 8.000 presos cristianos.

También es recomendable la visita al Museo Dar Jamai: un lugar que refleja el gusto de la clase alta de Marruecos. Al final del siglo XIX, Se convirtió en un museo de arte y etnografía marroquí. Otros muchas visitas se pueden hacer en Mequinez, una ciudad que merece no solo una parada en el camino sino quedarse un par de días para disfrutarla en su integridad.

Mequinez está declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, por saber combinar de manera armónica elementos de diseño y planificación islámicos y europeos.

Imagen: Puerta Bab Mansour de Mequinez