Nazaré

Continuamos nuestro itinerario y desde Alcobaça llegamos a Nazaré, un encantador pueblecito costero con una población de 16.000 habitantes que es mundialmente conocido entre los aficionados al surf. Porque una característica de sus playas de fina arena es la existencia en sus fondos de un cañón submarino que origina olas altísimas que llegan a superar los 25 metros. Sin embargo en nuestra visita gozamos de un tiempo excelente con calma chicha en la mar.

Su economía se basa fundamentalmente en la pesca. Aquí aún subsiste la pesca según el arte xávega, ya desaparecido en España y en proceso de extinción en Portugal: Hablamos de una pesca de arrastre: La barca se adentra un kilómetro costa adentro para extender la red en forma de círculo. Al cabo de una hora los cabos se atan a dos tractores que, separados entre sí, recogen la red desde su motor auxiliar y la arrastran hacia la orilla. Antiguamente, este trabajo era realizado por bueyes.

Nos asomamos a la costa, desde el mirador de Suberco en ”O sitio”, la zona superior del acantilado. Allí encontramos la Ermita de la Memoria, que recuerda una vieja leyenda con un hecho milagroso: D. Fuas Roupinho, alcalde mayor de Porto de Mós, estaba de cacería por los montes de Pederneira a finales del año 1182 cuando le salió al paso un venado que huía a gran velocidad en dirección al acantilado. Fuas le persiguió a caballo sin dudarlo y, cuando quiso darse cuenta iba al galope en dirección al acantilado, sin tiempo para frenar, y apenas tuvo tiempo de encomendarse a la Virgen. Milagrosamente su montura logró pararse justo al borde del abismo, y tanto él como el caballo salieron ilesos. Entonces Fuas, en acción de gracias por la ayuda prestada prometió levantar una capilla a la Virgen en lo alto de ese mismo acantilado, y de este modo dio origen a la villa de Nazaré.

De su patrimonio monumental destaca el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré. Se trata de una imponente iglesia barroca, de finales del siglo XVII, que presenta una fachada con antecuerpo en forma de galería y un porque barroco que se abre en lo alto de una escalinata semicircular. Su esfera del reloj está protegida por dos bonitas torres gemelas. En interior, de una sola nave y con un altar mayor de talla dorada con columnas salomónicas se encuentra ornamentado con paneles de azulejos azules y blancos del siglo XVIII, del artista holandés W. Van Kloet, que representan escenas bíblicas; y una pintura sobre tela del milagro del aparecimiento de Nossa Senhora a Fuas Roupinho.

Imagen propia: Nazaré: Plaza de "O sitio" con el Santuario de Nª Sª de Nazaré.