Paso del Estrecho: Tarifa

El ferry que cubre el trayecto entre Tánger y Tarifa se mueve sobre la línea divisoria entre las aguas del Atlántico y el Mediterráneo. Por esta razón es frecuente que haya mala mar y en días de temporal se hace necesario cerrar el tráfico de pasajeros en el Estrecho. Pero hay suerte y la mar está plana, lo que nos permite disfrutar de la corta travesía (recordemos que Tarifa está a solo 14 Km de la costa africana) entre barcos pesqueros, mercantes y deportivos. Incluso en un momento se puede disfrutar del espectáculo de avistar delfines. 

Y llegamos a la Estación Marítima de Tarifa. El incremento de pasajeros que embarcan y desembarcan en esta terminal ha convertido a Tarifa en el tercer puerto español en tráfico de pasajeros tras los de Barcelona y Algeciras.

Desde el barco se ve sobre la Estación la inconfundible silueta del Castillo de Guzmán el Bueno. Este fabuloso castillo debe su nombre a la heroica hazaña de Alonso Pérez de Guzmán, entonces alcaide de la fortaleza. En 1294 los musulmanes pusieron cerco al castillo que, teniendo en su poder al hijo de don Alonso, le instaron a que entregara la plaza o su hijo moriría. Don Alonso Pérez de Guzmán prefirió sacrificar a su hijo antes que entregar la población, tirando incluso, desde el torreón octogonal, su propio cuchillo para que lo mataran.

Y emprendemos el retorno hacía Cartagena, donde habremos de llegar ya anochecido. Pero en el camino pararemos a comer. ¿Que pedir? Pues algo que ya echábamos de menos: una jarra de cerveza y ese plato con jamón y embutidos ibéricos. Y olvidémonos del cus-cus.

Imagen propia: Terminal de pasajeros de Tarifa y Castillo de Guzmán el Bueno.