Pruebas al límite

Antiguamente el hombre con ansías de aventura, se adentraba en territorios desconocidos haciendo frente a peligros ignotos. En este siglo XXI el planeta Tierra no tiene ya lugares que no hayan sido perfectamente explorados, conocidos y cartagrafiados.

Por ello los aventureros buscan otros objetivos. Y lo pueden hacer, por ejemplo, realizando pruebas deportivas que llevan hasta el límite la capacidad de resistencia humana. Así existen durísimas pruebas de triatlón como el Ultraman de Hawai, o el Ironman, solo aptas para atletas "de otra pasta". Pruebas ciclistas demoledoras como el Titan Desert o la Furnace Creek 508, o pruebas pedestres como el Marathón des Sables, que desde 1986, pone sobre la mesa un reto inhumano: completar 250 kilómetros en 6 días a lo largo de todo el desierto del Sáhara marroquí.

Pues bien el Marathón des Sables o Maratón de las Arenas, tiene ahora una versión al otro lado del Atlántico, que se realiza en Perú, donde los corredores deben sortear las condiciones extremas de aquel territorio, atravesando 250 kilómetros, entre los genuinos paisajes, de las dunas de Nasca y Paracas, en el desierto de Ica. Una auténtica prueba de supervivencia que los corredores afrontan en soledad con la única ayuda de un bidón de agua diario.

Imagen de MARTIN BUREAU (AFP): Un corredor participa en la segunda etapa de la segunda mitad del maratón Des Sables en Paracas (Perú).