Salmón noruego

Desde Geiranger emprendemos la subida al monte Dalsnibba a una altitud de 1.500 mt. La subida es toda una aventura a través de una carretera estrecha, abierta solo en verano y viendo desde las ventanillas del autobús el vacío. Pero cuando llegas a la cumbre entiendes que merece la pena. Por suerte el día era claro y permitía recrearse con las espectaculares vistas del glaciar Djupvasshytta con sus nieves perpetuas. Un paisaje de cumbres escarpadas y terreno de alta montaña donde la vista alcanza hasta el mismo fiordo.

En el camino tenemos la oportunidad de ver, situado en un precioso valle, el lago Hornidalsvaten, el más profundo de Europa con 514 mt. de profundidad.

Y hacemos parada en el pueblo de Stryn. Aquí descubrimos el curso del rio Stryneelva, que, según dicen, es uno de los más apropiados para la pesca del salmón. Como es conocido la pesca deportiva del salmón es una actividad tradicional en Noruega, donde sus ríos con aguas descendiendo de las montañas y fuertes corrientes solo son aptos para ejemplares fuertes. Durante la temporada que va de Junio a Septiembre acuden aficionados de distintos puntos de Europa. No obstante, como consecuencia de la disminución de la población de salmones en las últimas décadas, se han introducido estrictos  límites de captura. Además para la práctica es necesario abonar una tarifa anual. Naturalmente uno de los placeres de venir a Noruega es probar un plato de salmón. Y aunque la cocina de nuestro crucero es básicamente española, siempre incluye algún plato con este exquisito pescado.

Anochece mientras hacemos parada en el Lago Flydalsjuvet y los colores del crepúsculo y sus reflejos sobre las aguas del lago, convierten el momento en verdaderamente mágico

Imagen propia: Parada en Stryn.