Santa Marina

Santa Marina (Mariña) fue una cristiana del siglo II, que fue martirizada según antiguos breviarios españoles, en Galicia, en Aguas Santas, cerca de Orense. Como suele suceder con los personajes de esta época, la leyenda y la historia se entremezclan y en ocasiones no es fácil distinguir lo real de lo imaginario. Lo cierto es que con el transcurrir de los siglos, se extendió la veneración a esta santa por Galicia, convirtiéndose en la solución a los males de las personas, de los ganados, de las plagas y de las crisis climáticas que pueden asolar los frutos.

El cardenal César Baronio la incorporó en el Martirologio Romano de 1586, rubricado por el papa Gregorio XIII, celebrándose desde entonces su festividad el día 18 de julio, fecha importante en el calendario para la localidad de Cambados, que la tiene por patrona. En ese día se celebran diversos actos festivos que culminan con la procesión que lleva la imagen de la santa por las calles de la villa.

En las afueras de Cambados, en la falda del monte de A Pastora, visitamos las ruinas de la iglesia de Santa Mariña de Dozo, uno de los monumentos más emblemáticos de la comarca de Salnés. Su construcción se inició a principios del siglo XV por impulso de Doña María de Ulloa, sobre una primera construcción de su padre, en el que había sido solar de una antigua capilla románica.

Como podemos apreciar en nuestra visita, la iglesia, pertenece al gótico marinero, y está formada por una sola nave, dividida en cinco tramos por cuatro arcos transversales de medio punto, que soportaban una techumbre de madera. El ábside, de planta rectangular, arco de ingreso apuntado, se cubre con bóveda de crucería.

Mediado el siglo XIX, por distintas razones, principalmente políticas, la iglesia fue abandonada, trasladándose la sede parroquial a la iglesia del antiguo convento de San Francisco. Fue entonces cuando se destinó a cementerio parroquial, siendo considerado "el cementerio más melancólico del mundo", en palabras del escritor gallego Alvaro Cunqueiro.

Las ruinas de Santa Mariña de Dozo fueron declaradas Monumento Nacional en 1943, y están incluidas en la prestigiosa Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE).