Segóbriga

Iniciamos hoy un recorrido por el itinerario de mis últimas vacaciones, un viaje de tres días (24,25 y 26 de febrero) por la serranía de Cuenca y la ciudad de Teruel. La primera estación fue el Parque Arqueológicco de Segóbriga.

El antiguo castro celtibérico tras la conquista romana, a inicios del siglo II a. C. se convirtió en un "oppidum". Sería en tiempos de Augusto, cuando dejó de ser ciudad estipendiaría, que pagaba tributo a Roma, y se convirtió en "municipium" o población de ciudadanos romanos. Es el momento de su auge económico como cruce de comunicaciones ya que por aquí pasaban las vías que comunicaban el valle del Guadalquivir, Augusta Emerita y Toletum Segontia con el puerto de Cartago Nova y como centro minero de "lapis specularis" una especie de yeso traslúcido que se usaba como cristal para las ventanas de las casas.

Y así descubrimos una ciudad romana tan importante como para tener un teatro, un anfiteatro, termas, basílica para impartir justicia, zonas de almacenes, un foro… De hecho, fue la urbe más próspera de la meseta sur de la Hispania romana. Sus restos están relativamente bien conservados.

La visita se inicia en el Centro de Visitantes donde visitamos un pequeño museo con objetos hallados en el yacimiento y se nos proyecta un vídeo explicativo del mismo, para seguidamente ir recorriendo pausadamente la urbe romana.

Imágenes propias.