Andaba yo ayer por la Calle de la Rosa del Barrio de la Concepción de Cartagena (popular Quitapellejos), cuando acerté a fijarme en una pared pintada. Ya no se trataba de uno de esos grafitis de formas angulosas que solo gustan a quienes los hacen. Aquí había algo verdaderamente meritorio.

He indagado y se trata de uno de los murales pintados con ocasión del Festival Mucho Mas Mayo 2019, dentro de su sección "One Urban World". El artista se hace llamar Sfhir. Es un madrileño de nombre Hugo, que desde chico gustaba jugar con los aerosoles. Incluso fue expulsado del colegio por pintar una pared y readmitido con la condición de terminar artística y adecuadamente aquella primera obra.  En esta obra, sin título, que acerté a ver ayer en Quitapellejos, nos muestra su visión sobre el problema de las basuras marinas.

Desde sus comienzos en 1995, en un largo peregrinaje artístico de más de una década, ha evolucionado progresivamente hacia una técnica cada vez más depurada y minuciosa. Artista versátil, experimenta con la tridimensionalidad, jugando con las composiciones de sus obras y las ubicaciones donde las desarrolla. Esta evolución continuada lo ha convertido en uno de los referentes actuales de la escena nacional e internacional. 

Fiel a la frase que un día vio escrita en un tren neoyorquino, Sfhir repite: “sólo sé que no puedo parar”. No pares, Sfhir, las paredes de nuestras ciudades te lo agradecerán.

Imagen propia.