Sistema métrico decimal

"Siempre le habían parecido almacenes quebrables o agonizantes en poder de dueños, dependientes y mozos viejos que medían viejas piezas de tejidos con metros viejos de madera, producto de una primera emisión conmemorativa de la instalación del sistema métrico decimal" (Alberto Vázquez Montalbán; "Los mares del sur")

La falta de un sistema uniforme de unidades era un problema al que se enfrentaba el intercambio comercial, pues hay magnitudes fácilmente contables, como pueden ser las vacas o las gallinas, pero otras incontables como el aceite, el arroz o el trigo demandaban un sistema de medidas de longitudes, volúmenes y pesos aceptado internacionalmente.

Así por ejemplo en longitud se venían utilizando desde antiguo criterios de la anatomía humana: la palma, la pulgada, el pie, el codo .... En España se usaban la vara o la legua, medidas que no eran uniformes en Castilla y Aragón. En peso se usaban el cuarterón, la onza, la ochava ...  Un auténtico galimatías.

El nacimiento del sistema métrico decimal no fue sencillo. Primero hubo de definirse las unidades como el metro, el litro o el kilo, lo que no resultaba tan fácil. Una vez definidos fue Francia la que lo instituyó con la ley “de pesas y medidas” el 7 de abril de 1795. En España, se adoptó a través de la Ley de Pesos y Medidas del 19 de julio de 1849. Su implantación universal comienza tras la firma de la Convención del Metro (1875). Casi todos los países lo adoptaron poco a poco, aunque el Reino Unido se ha resistido durante mucho tiempo, así como los EEUU, que han conservado hasta muy recientemente sus unidades de medida tradicionales.