Tarragona

Nuestra primera visita es la capital provincial, Tarragona, la imperial Tarraco, fundada por los hermanos Cneo y Publio Escipión, cuyo patrimonio arqueológico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2017. Tarragona cuenta actualmente con una población de 135.000 habitantes y su economía se diversifica entre el sector servicios, el comercio, la actividad porturia, la industria y el turismo.

Antes de entrar en la ciudad, visitamos la Pedrera del Mèdol, antigua cantera romana de piedra calcárea del mioceno. Igualmente podemos ver el Acueducto de Les Ferreres, también conocido como "Pont del Diable", construido en el siglo I, cn grandes sillares colocados en seco, que forman una doble línea de arcadas y que conducía el agua hasta la ciudad desde el río Francolí.

Comenzamos nuestra visita, desde el inicio de la Vía Augusta, desde donde podemos observar el Torre del Pretorio del siglo I, parte de la Muralla romana y un baluarte de los construidos en el siglo XVII. Observamos los restos del Circo Romano, mandado construir por el emperador Domiciano, visible en su cabecera oriental, ya que buena parte de su extructura se encuentra oculta bajo los edificios.

Frente a ellos tenemos el Anfiteatro Romano, dedicado a las luchas de gladiadores y espectáculos de fieras. Aquí en el siglo III fueron quemados vivos el Obispo Fructuoso y sus diáconos Augurio y Eulogio. 

Llegamos hasta el llamado "Balcó del Mediterrani" que con una altura de unos 30 metros permite una vista privilegiada de la zona costera. Es el día de Sant Jordi, patrono de Cataluña, y al propio tiempo Día del Libro, por lo que encontramos un extraordinario ambiente en toda Tarragona, y especialmente en la Rambla Nova, donde se instalan puestos de flores y libros. A través de la Rambla Vella llegamos al Ayuntamiento, edificio del siglo XIX con una bella fachada de orden jónico.

Nos dirigimos entonces hacia la Catedral de Santa Tecla, levantada entre los siglos XII y XIV, cuyo estilo corresponde a la transición entre románico y gótico. Situada en la zona alta de la ciudad, donde anteriormente se levantaron un templo romano, una catedral visigótica y una mezquita. En su interior destaca el espléndido retablo mayor, empezado en 1429, obra del escultor Pere Johan. En un arcosolio abierto en el muro lateral derecho del presbiterio, la tumba del arzobispo Juan de Aragón, hijo de Jaime II. También la capilla de Santa Tecla o el bellísimo claustro.

De repente el tiempo cambia y empieza a llover. Compramos algún recuerdo y regresamos al autobús, conscientes de que todavía hay importantes elementos patrimoniales de Tarragona que nos quedan por visitar.