Toledo (2). Los Musulmanes

Comentamos hoy, la presencia de la cultura musulmana en la ciudad de las tres culturas: Toledo.

Como es bien sabido, la invasión por musulmanes del Califato Omeya se produce en 711, expandiéndose por toda la península merced a la descomposición del poder visigodo, a la crisis poblacional debido a las epidemias de peste y las hambrunas de finales del siglo VII, e incluso a la colaboración de la población judía. Toledo fue ocupada a finales de ese año por Musa bin Naseer (el moro Muza).

Tras la revuelta bereber del año 741, se establece la Marca Media de Toledo, dependiente del Califato de Córdoba. En 1035 se proclama la taifa de Toledo, que sería gobernada por la dinastía Banu Di-l-Nun, una familia de origen bereber, y que acabaría con la reconquista cristiana en 1085 por parte de Alfonso VI.

Queda entonces en Toledo un núcleo de población mudéjar. En 1502, mediante una real cédula, se obligaba a los mudéjares de toda la Corona de Castilla a escoger entre la conversión al cristianismo o el destierro. La inmensa mayoría optó por la conversión. A partir de esa fecha los mudéjares castellanos pasaron a ser moriscos, cuya población en Toledo se ve incrementada con la llegada de cientos de moriscos expulsados de Granada.

Es, pues, natural que la cultura musulmana haya dejado su herencia en Toledo, que llegó a tener diez mezquitas. Aún se mantiene en pie la mezquita de Bab al-Marmum o Iglesia del Cristo de la Luz, restaurada en 1909. Igualmente la Iglesia del Salvador es una antigua mezquita que conserva una arquería que separa la nave de la epístola de la central, formada por siete arcos de herradura sobre seis columnas romanas y un pilar visigótico reaprovechados.

De su arquitectura civil destacan los Baños del Cenizal, conservados en los sótanos de un inmueble de la calle Bajada del Colegio de Infantes, o los del yacimiento arqueológico de Tenerías. Quizá el elemento más significativo de la cultura islámica sea la Puerta del Sol. Se trata de una torre albarrana construida durante la Taifa de Toledo y reconstruida en el siglo XIV en un precioso estilo mudéjar. Otras puertas (como la de La Bisagra) tienen también origen islámico aunque fueron posteriormente muy remodeladas.

El lugar más céntrico y conocido de Toledo es la plaza de Zocodover. El origen del nombre Zocodover procede de "sūq ad-dawābb", una voz muy usada por los árabes que quiere decir mercado de caballerías. Rediseñada por Juan Herrera en tiempos de Felipe II, fue lugar donde se corrían los toros y se organizaban las cucañas durante las fiestas.

Puerta del Sol (de mi archivo)