Toledo (3). San Juan de los Reyes

En actualizaciones anteriores nos hemos acercado a las herencias culturales árabe y judía de la ciudad de Toledo. En el año 1085, el rey Alfonso VI incorpora Toledo a Reino de Castilla, iniciándose así la historia de la Toledo cristiana más reciente.

En el siglo XIII, a instancias del rey Fernando III se inicia la construcción de la Catedral de Toledo, sobre el terreno donde se asentaba la antigua Mezquita Mayor. Ya en el siglo XV, los Reyes Católicos, para conmemorar la victoria de Toro (1476) y el nacimiento del príncipe don Juan (1478) encargan a Juan Guas la obra del Monasterio de San Juan de los Reyes, uno de los mejores conjuntos del gótico toledano o isabelino.´Quieren, además, darle función como lugar de descanso eterno, aunque finalmente recibieron sepultura en la Capilla Real de Granada.

Situados ante su fachada principal aparece la tradicional decoración isabelina, formada por estatuas, arquerías ciegas, pináculos y bolas. Nuestra guía nos hace centrar la atención en las cadenas de los cristianos cautivos que fueron liberados por Fernando el Católico en la toma de Málaga y Baeza.

Ya en el interior, la iglesia tiene una sola nave cubierta con bóvedas de crucería, con cúpula estrellada sobre le presbiterio, coro alto y capillas laterales entre los contrafuertes, destacando la abundante decoración que adorna el crucero y la capilla mayor. En esta última el esquema decorativo es a base de arcos conopiales y escudos de los Reyes Católicos sostenidos por águilas de San Juan. El retablo, obra de Francisco de Comontes, no es el original, desaparecido con la invasión francesa, sino que pertenece al Hospital de Santa Cruz, observándose escenas de la vida de Jesús, de Santa Elena y el escudo del cardenal Mendoza. Por encima de este retablo existe un lienzo del siglo XX de Romero Carrión.

A través de una pequeña puerta se accede al impresionante claustro, obra maestra de Enrique Egas, compuesto por cuatro alas abiertas a un patio a través de grandes ventanales de tracería flamígera, bordeados por un friso con decoración vegetal y animal. En la planta superior es notable la bella techumbre policromada que repite, como motivo ornamental, emblemas, armas e iniciales de Isabel y Fernando, realizado en estilo mudéjar.

Haciendo historia, nuestra guía nos cuenta que sufrió incendio y saqueos durante la invasión francesa de 1808, perdiéndose el retablo original, la importante biblioteca y el edificio de la comunidad que contenía un segundo claustro con decoración plateresca. Posterirmente, tras la Desamortización de Mendizábal, los frailes fueron exclaustrados. En 1954 regresa la comunidad de franciscanos y en 1977 se restaura la vida parroquial de San Juan de los Reyes.