Tripulación felina

En tiempos pasados y hasta avanzado el siglo XX, era habitual que entre las tripulaciones de los barcos siempre hubiese algún gato. Eran tiempos en que la higiene era menor y ratas y cucarachas proliferaban en las embarcaciones. Por entonces no existían los productos que se utilizan actualmente para eliminarlos y por tanto se recurría a reclutar algún minino que resolviera con eficacia semejante invasión. Generalmente estos gatos gozaban de la amistad y el buen trato del resto de la tripulación.

Algunos de estos gatos alcanzaron notoriedad como es el caso de Oskar/Sam, un gato que participó en la Segunda Guerra Mundial en ambos bandos, siendo superviviente de tres hundimientos. Así en 1941 embarcó en el acorazado alemán Bismarck, que fue hundido en su primera misión el 27 de mayo de 1941. Oskar fue encontrado por los británicos flotando sobre una tabla y de inmediato pasó a formar parte de la tripulación del buque británico HMS Cossack, cambiando su nombre de Oskar por Sam. Poco después el 24 de octubre de 1941 este buque fue torpedeado por un submarino alemán y Sam fue uno de los pocos supervivientes, siendo transferido al portaaviones HMS Ark Royal. Solo un mes después, este portaaviones también fue hundido y a Sam lo encontraron, de nuevo, flotando en una tabla.

Finalmente Sam fue licenciado del servicio activo en la Royal Navy, ejerciendo entonces como mascota en casa del Gobernador británico de Gibraltar.

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