Es el título de una mítica película de los Hermanos Marx, pero nosotros no vamos hoy a las carreras para apostar, sino para recordar esos ambientes inequívocos que rodean a las carreras. 

Lógiamente las carreras más populares son las de caballos, que son uno de los deportes más antiguos que practica el hombre, ya que la domesticación del caballo data del 4.500 a.C. por las tribus nómadas de Asia Central y pronto surgieron las competiciones de velocidad. Estas competiciones formaron parte de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia.

El concepto actual de las carreras de caballos, parte del siglo XVIII y encuentra su origen en las campiñas inglesas para ir poco a poco reglándose. En España llega más tardíamente, en el siglo XIX cuando se dan los primeros pasos hacia la creación de una Sociedad de Fomento, análoga al "Jockey Club" inglés y la "Societé d’ Encouragement" francesa.

Pero no todo son caballos. Otros animales son utilizados en competiciones. En la imagen de AP, un hombre dirige un carro tirado por bueyes durante una competición en las afueras de Naypyitaw, capital de Myanmar (Birmania).