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A la mañana siguiente la niña amaneció con moretes en los brazos y piernas. Brenda, preocupada, no fue a trabajar y llevó a la niña al médico. El doctor le dijo que esos moretones eran producto de golpes fuertes, y le preguntó a Brenda si su pequeña se había caído de la cama o golpeado con algún objeto. Ella le contestó que no, que prácticamente su madre la cuidaba todo el día, mientras ella trabajaba en el banco. El médico le aconsejó que observara muy bien a la nena, para que no siguiera sufriendo más golpes.
Brenda le comentó este suceso a su "amiga", y ésta con una reacción hipócrita le expresó su tristeza por lo sucedido, pero en su interior se gozaba pues ella bien sabía el mal que había provocado.
Esa noche volvió a suceder algo, a la medianoche la nena lloraba y gritaba, Brenda nuevemente alarmada se levantó para ver qué le sucedía ahora a la niña. Entró a su cuarto y observó que la niña estaba descubierta, la cubrió nuevamente y se quedó con ella, toda la noche. Al día siguiente la nena volvió a amanecer con moretones, pero ahora había algo más: Brenda descubrió pequeñas mordidas en todo el cuerpecito y algunas eran muy profundas. Esto empezó a asustar a Brenda y se lo comentó a su madre. La señora muy extrañada se preocupó, (la madre de Brenda era de esas señoras que creían en maleficios y brujerías), por lo tanto la madre de Brenda se fue inmediatamente a consultar con uno de esos médium (brujos), para saber de una vez por todas qué sucedía, -todo esto, claro, sin el consentimiento de Brenda-.
A todo esto Brenda muy preocupada, y su querida "amiga" se gozaba más y más en su interior. Pasaron los días y la pobre nena no había noche que no fuera atacada por alguien o por algo. Brenda, desesperada, lloraba desconsolada por lo que le pasaba a su nena. Cuando su madre llegó la encontró llorando en la cama, y le dijo que había averiguado algo, que la llevaría a descubrir lo que pasaba. Brenda le preguntó que cómo había averiguado y su madre le comentó que había visitado a un brujo para que le dijera qué estaba sucediendo. Brenda más alterada le dijo: ¿Brujería? ¿mi nena está siendo martirizada por un espíritu?. La madre no le quiso comentar mucho, sólo le dijo: Esta noche velaremos y veremos qué es lo que pasa. Así fue se quedaron en el pasillo frente al cuarto de la nena, con la puerta semicerrada, lo suficiente para poder observar dentro de la habitación.
hola!! como va aki yo de estrenada n.n jejejejeejeje bueno pasate n.n
lo de la muñeca diabolica muy interesante o.o