Todo es relativo... según quién lo mira, según como se mire, según cuándo se mire...
Quizá por eso la vida nos resulta tan compleja, porque no siempre, no todos los días, la miramos con la misma perspectiva, ni con la misma actitud... Quizá por eso somos tan divinamente contradictorios, tan fascinantes en nuestra naturaleza interna, tan misteriosamente humanos...
Todo depende... De la imperfección a veces surgen obras de arte, de un revés aparece algo estupendo... Siéntate aquí, a mi ladito, vamos a contemplar esta luna gigante. No importa quien de los dos sólo vea la oscuridad de la noche ni quien se queda con el resplandor. No importa que seamos diferentes... Lo que importa es que compartimos por ese instante un minuto mágico de mágica contemplación, así, acurrucados en nuestro abrazo...