ACCESOS DE IRA

Sergey Savitsky, un científico de 55 años, apuñaló con un cuchillo de cocina a Oleg Beloguzov, de 52, uno de sus colegas de la base, preso de "un colapso emocional". Su intención no era otra que matarlo ante el asombro del resto de los presentes, algo que, por fortuna, no consiguió. Los motivos, según Mirror, que cita a los investigadores del caso, se encuentran en la afición por la lectura de ambos. Savitsky se habría enfadado después de Beloguzov le desvelara el final de los libros que ambos llevaban leyendo desde hace un año. Daily Record informa que la víctima está en cuidados intensivos con una herida de cuchillo en el corazón. Por su parte, Savitsky, que asumió la autoría de los hechos, ya está de vuelta a su ciudad de origen, San Petersburgo, bajo arresto domiciliario. Allí será juzgado por intento de homicidio. Los investigadores creen que es la primera vez que un hombre ha estado involucrado en un intento de asesinato en la Antártida.

(Gonzoo)

A todos nos puede fastidiar en un momento deerminado que nos destripen el final de un libro o de una película, es decir, que nos hagan un spoiler, pero de ahí a intentar matar a quien lo hace, hay un trecho. La noticia llama la atención por lo absurdo del motivo y por la "categoría" que se puede suponer en unos científicos, rusos, o de donde sean. No sé si el hecho de estar en ese lugar más o menos aislados, la convivencia difícil entre ellos puede hacer que alguien haga una regresión de ese tipo y se convierta en una fiera.

Lo que sí que es verdad es que personas a las que en condiciones normales tienes por educadas, temperadas, pierden los estribos en una especie de ataque de ira y se vueven agresivos y fuera de sí. Esta tarde me ha sorprendido mucho ver a una antigua periodista ya mayor, de prestigio nacional, insultando en el congreso a unos políticos que le preguntaban. Qué desilusión ... dicen que la política saca lo peor de ciertas personas, pero parace que unos científicos pueden llegar al asesinato por una nimiedad. Lo mismo hasta los propios angelitos de la fachada se pueden volver peor que demonios...

Como dijo Benjamin Franklin, “Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.”

Besos.