A veces tendemos a dar un sinfín de vueltas para informar o para explicar algo desagradable. Esa forma de proceder tiene en general dos consecuencias. Por una parte, el interlocutor no puede entender bien lo que decimos o puede interpretarlo erróneamente. La segunda es el peligro de deriva o de justificación por nuestra parte. Lo cual no sólo disminuye el impacto de la información, sino que también puede ponernos en una situación difícil, proporcionando al interlocutor elementos para introducir discusiones fuera del tema.
Por tanto, la información o la explicación debe ser clara, precisa y expresada directamente. Con frecuencia tendemos a explicar demasiado. La regla que es preciso observar y en la que debemos entrenarnos es la concisión: no dar más que las informaciones necesarias según el contexto. Conviene a veces verificar si lo dicho ha sido bien comprendido.
(De internet)
Estas consideraciones responden a lo que popularmente se conoce por "andarse por las ramas". Cuando una persona nos habla sobre temas no relevantes a la conversación, divaga, se desvía del tema principal y no trata de manera directa el asunto que interesa en cuestión. En otras palabras, es como desviarse del camino principal, como si estuvieras caminando por las ramas de un árbol en lugar de ir por el tronco.
A todos nos ha pasado más de una vez a la hora de contar algo que divagamos y hacemos una introducción que puede hacer que quien nos escucha no sepa adonde queremos ir a parar y pierda el hilo. LO que nos aconseja "ir al grano", es decir, concentrarse en lo principal o fundamental de un tema, sin perder tiempo en detalles irrelevantes, vamos, sin "meter paja". Es una forma de decir "ser directo", "no andar con rodeos" o "llegar al meollo del asunto". Es verdad que es algo que está relacionado con el carácter de cada cual y no solo en el momento de dar rodeos para no abordar algo negativo. También para algo bueno, lo que puede hacer que la otra prersona se intranquilice y se ponga en lo peor. Para ramas las de esta colección de árboles del Parque de la Alamedilla de Salamanca.
Besos,
Es cierto que, con demasiada frecuencia, nospor las ramas en nuestras conversaciones habituales, lo cual es absolutamente innecesario. Sin embargo, he comprobado que quienes nos dedicamos (o lo hemos hecho durante años) a la docencia tendemos a la concisión, quizá por una deformación profesional.
Bona nit .
Bonitos árboles .
Claro , mucho tiene que ver con el caracter de cada cual ,a muchos les gusta empezar una conversación o "liarse" muchas veces , a propósito para alargarla o para dar un poco mas de emoción al relato o simplemente para dar más datos .
Lo que pasa es que si eso que estamos esperando que nos cuenten o nos digan , se alarga mucho al final igual ni nos enteramos bien que nos queria contar .
Yo soy bastante de enrollarme cuando hablo y me gustan , por ejemplo, contar chistes largos , como una pequeña historia , que realmente introduzco cosas de mi cosecha , Bueno, tampoco te pienses que soy de los que " cuentan chistes" pero me sé dos o tres tipo historias que me encantan contarlos.
Otra cosa es tener que dar una mala noticia y como que no sabes como hacerlo y le das mil vueltas hasta llegar a lo importante .
Pues si , parece que hemos solucionado el problema..
Pasar buena noche .
Un beso.
Buenos dias mi querida amiga, y feliz jueves, interesante lo que hoy nos dejas, un abrazo.
En efecto, es muy cierto que cuando un tema nos resulta "incómodo" tratamos de buscarle las vueltas. Lo que en términos taurinos sería una "larga cambiada" vaciando la embestida. Al final, ese andarse por las ramas no soluciona nada.
Besos.
Joaki-007Hace una hora
angela.70Hoy a las 14:23
corremundosHoy a las 00:58
eliocroca2Ayer a las 22:17
larocuky18/06/2025
