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"Sin la música, la vida sería un error", afirmó el filósofo Nietzsche, y no andaba desacertado ya que tenemos un instinto natural que nos anima a seguir el ritmo de la música. De hecho, la mayoría de los niños se mueven y dan palmadas cuando escuchan una melodía que les agrada. Se trata de una respuesta espontánea relacionada con nuestra necesidad de comunicarnos y de expresar nuestras emociones a través del movimiento y de nuestro cuerpo. Personas de diferentes culturas responden emocionalmente de la misma manera ante diferentes tipos de música y los grupos que tenían más probabilidades de sobrevivir eran aquellos que habían desarrollado una danza propia y eran capaces de compartir sus sentimientos a través del baile.
Por supuesto, la música y el baile también son muy beneficiosos para nuestra salud física y mental. Estudios recientes han desvelado que una de las claves de la felicidad y la satisfacción con la vida se encuentra precisamente en la pista de baile. Por si fuera poco, mientras nos movemos, nuestros músculos se distienden al compás de la música, lo cual nos permite liberar las tensiones cotidianas, sobre todo las que se acumulan en la musculatura más profunda.
¡A bailar!
(Jennifer Delgado)
Es cierto que el baile es un ejercicio completo. Se liberan tensiones, se ejercitan los músculos y además es una actividad muy divertida. No sólo ayuda a moldear el cuerpo sino que además nos socializa, ya sea bailando en grupo o por parejas. Y no digamos nada del acercamiento que procura a dos que, abrazados, se cimbrean (o no) siguiendo la cadencia de una melodía determinada.
Hay quien nace con el ritmo dentro, otros son arrítmicos pero nadie ha nacido que no se pueda dejar llevar un momento por cualquier tipo de música.
Como la que se genera en el edificio que está tras la fuente, el Teatro Real de Madrid, templo de la ópera y de los conciertos aunque la chica que está tumbada delante no esté moviéndose mucho que digamos. Tampoco es cuestión de llegar a esto:
https://www.youtube.com/watch?v=R2EnbNk4wIc
No podía ser otra...
Besos
Yo me identifico con la chica. Por cierto: ¿hubo baile en las bodas de Caná?
buenos dias!!
Yo soy totalmente arritmica y mira que me gusta bailar
Buenas tardes-Bona tarda .
Pues si, Alaska con esta canción y con otras,claro, se hizo superfamosa .La oimos y no dudamos que és ella.Y es que la música hace milagros.
Nos acerca a lugares lejanos de nuestra memoria .Una melodia nos trae aquel momento vivido o aquella situación ...aquella época o incluso, aquel triste momento.
Me acuerdo en los "guateques",cuando ponian una lenta y bajaban las luces...les llamabamos las canciones de los "lotes"...jajaja, e igual lo más que hacias era achucharte un poco...habia casi siempre "moros en la costa" y además las chicas te ponian enseguida el codo como "barrera"...igualico que ahora ...
Que feliz está la chica ...
Besos.
Desde luego yo no creo que haya nada más terapéutico que la música. Amansa las fieras, relaja, te reconcilia con el resto de la humanidad y con tu propio interior... vamos, que lo tiene todo xD
Y ya si se acompaña esa música con un bailetico, pues el método antiestrés es completo. Claro que sirve para hacer ejercicio, para liberar tensiones y cómo no, para divertirse y pasar un rato ameno y distendido.
Me encanta la canción que has puesto hoy. Me recuerda a mi sobrina cantando una de Alaska en la boda de mi hermano con su micro ella toda propia. Aunque en ese caso no fue ésta, fue la de "A quién le importa". Desde luego, uno de los momentos estelares y más entrañables de aquel día.
Joaki-007Hace 13 minutos
mandarina1981Hoy a las 10:35
eliocroca2Ayer a las 22:12
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angela.69Ayer a las 16:04