BUSCAR LAS COSQUILLAS

Si hacemos caso a la Real Academia Española las cosquillas son la respuesta a una excitación nerviosa que se acompaña de una risa involuntaria y que se experimenta en algunas zonas de nuestro organismo.

Aristóteles decía que la razón de que sólo el hombre tenga cosquillas es la finura de su piel y es, además, el único animal que ríe. Hay dos tipos diferentes de cosquillas, una suave –knismesis- un mecanismo de protección, gracias al cual nos protegemos de los insectos ahuyentándolos o rascándonos. El segundo tipo de cosquillas, son las llamadas gargalesis. Aparecen tan solo en algunos mamíferos y están provocadas por el contacto físico con otros animales de su especie. Es el tipo de cosquillas que se generan entre amigos, entre una madre y su cría, o en una pareja. Tienen una función social: crear lazos afectivos con otros miembros y obtener sensaciones placenteras. Muy probablemente las primeras cosquillas que aparecen están en relación con el vínculo afectivo que se genera entre la madre y la cría. Una vez producida la cosquilla la sensación viaja hacia el cerebro a través de las mismas fibras nerviosas que transmiten las señales del dolor, esto se traduce en que la primera postura que adoptamos cuando nos hacen cosquillas se corresponde con una actitud defensiva. De esta forma, a una primera fase de miedo le sigue otra de «rebote» positiva –la risa-, una vez que el cerebro comprueba que no existe peligro y que nos encontramos en una zona de confort social.

(Pedro Gargantilla)

Las cosquillas son una sensación placentera que sentimos y que nos lleva a reirnos sobre todo a los más pequeños que se retuercen literalmente de risa cuando los que tanto los queremos se las hacemos. No hay nada más bonito y más tierno que la risa de un niño. Es sobradamente conocido que el cuello, las axilas, la planta del pie y el abdomen son las zonas más sensibles a las cosquilla.   Lo curioso son los dos tipos de cosquillas, las de espantar o alertar y las de verdad que son las que surgen del afecto y el cariño. Es más que llamativo el hecho de que es raro que las cosquillas afectivas se las pùeda hacer uno a sí mismo o que las pueda hacer un desconocido  porque no existe ese vínculo previo. En este caso por más que se busquen no siempre son espontáneas. Creo que de ahí viene la expresión esa de "buscar las cosquillas a alguien " que significa que se trata de enojar o hacer perder la paciencia a una persona insistiendo en hacer o decir algo que le resulta especialmente molesto: No me busques las cosquillas que tengo muy poco aguante hoy.

Y esa risa nerviosa, risa floja, puede ser comparable a la de quien ha visitado una bodega y ha catado diferentes tipos de vino.... Tampoco es necesario los toneles enteros....

Besos.