COLARSE EN LOS ENTIERROS

Es muy raro que alguien cuestione la moral de una jubilada y devota católica por asistir a un número casi infinito de funerales. Pero eso exactamente es lo que ha ocurrido con la británica Theresa Doyle, de 65 años, que se ha dedicado durante los últimos tres lustros a pasarse por todos os velatorios  y acabar con el bufé en un abrir y cerrar de ojos.  Doyle simplemente se deja caer, finge haber conocido al finado, y a veces incluso conversa con sus amigos y familiares, antes de atacar el almuerzo o la comida como si no hubiera un mañana. A veces, hasta se guarda algún manjar en el bolso. Normal, por si entra algo de hambre a media tarde. 

“Sale de casa con conjuntos muy coloridos, pero en la cesta de su bicicleta siempre lleva ropa negra, que se pone en el baño de la iglesias, antes de poner cara de pena“. Por su parte, el padre Connolly, dijo que estaba al tanto de su modus operandi, pero que tenía una versión diferente: “Es una mujer católica y está convencida de que necesita ir a tantas misas como sea posible. No le puedo negar la entrada a la parroquia“.

(El blog del Becario)

El hecho de colarse en las bodas forma parte de la picaresca universal. Siempre se puede decir que eres amigo del novio o de la novia, si  se da el caso y salir bien parado y mejor comido. Últimamente menos, porque la colocación en las mesas con nombres y apellidos dificulta más la cosa. Pero colarse en los fuerales ya es otro cantar.

Aquí puede ocurrir, por supuesto, si se va en plan morboso o compasivo, o si no se tiene otra cosa mejor que hacer y hace frio fuera o algo así. Lo que ocurre es que, a diferencia de los paises anglosajones, por nuestra zona no existe la costumbre de ofrecer ningún ágape a los asistentes, como tantas veces se ve en las pelis amricanas o inglesas. Me da a mí, que la señora de la historia no va a los velatorios por compasión con nadie. Me parece que tiene un plan perfectamente orquestado.

Seguro que luego al cementerio ya no va, ni en el caso del hermosísimo Père-Lachaise de Paris.

Besos.