COMUNICARSE CON LOS SERES QUERIDOS

A fin de cuentas, lo que más desea alguien que ha perdido a un ser querido es encontrar una manera de poderse comunicar con él en vida. Con este pensamiento, un japonés adquirió un objeto que todavía permanece estático en nuestras ciudades y cuyo uso quedó obsoleto en nuestra vida cotidiana tras el auge de los smartphones: una cabina telefónica, que decidió colocar en el centro de su jardín. En las mañanas y noches que más le echaba de menos a su primo fallecido , el joven arquitecto se refugiaba en este receptáculo que antaño servía para llamar, esperando quizá una palabra de su primo susurrada al otro lado del teléfono. Pero, en vez de ello, tan solo escuchaba el ruido del viento golpeando contra el cristal de la cabina. Tal vez por ello le puso el nombre de "teléfono del viento". tras el tsunami sacó la cabina telefónica de su casa y la reubicó en una colina ventosa con vistas al Pacífico .

El Teléfono de Viento es un santuario consciente creado para conectar a las personas con sus seres queridos que están al otro lado. Es uno de los lugares resilientes más poderosos del mundo, uno en el que el viento transportará las palabras de los dolientes a sus seres queridos.  Necesitas poner en orden tus propios pensamientos antes de hablar con otra persona. Necesitas salir de la tragedia, del caparazón de dolor en el que has estado encerrado. Quienes acuden al teléfono de viento ya están a medio camino de crear una nueva relación con los muertos. La vida pasa muy rápido y a la mayoría nos resulta impensable que nuestros vínculos con quienes nos rodean puedan deshacerse antes que nosotros. Por eso es necesario cultivar la imaginación , y el teléfono no funciona sin una buena imaginación. En lugar de valorar solo lo que podemos ver, oír y tocar, debemos reconocer el valor de las cosas que no tienen forma o voz audible".

(E. Zamorano)

ESta historia del teléfono del viento me parece preciosa y muy sentimental. Intentar comunicarse con los seres queridos que ya no están es una idea que ha obsesionado a la gente desde hace siglos y con mayor o menor fortuna, por creencia en lo sobrenatural, por medios parapsicológicos o través de mediums, la mayoría de ellos un fraude, muchos aseguran haber recibido noticias del más allá. Pero no siempre hay que recurrir a ello, como en este caso. Desde la cabina del japonés te diriges a tus seres queridos y te responden con el murmullo del viento para que tú lo interpretes a tu gusto, tu mente y tu corazón se encargarán de ello. No olvidemos lo que nos dijo la preciosa canción, que la respuesta, amigo mío, está volando en el viento.

De lo que estoy segura es de que los vínculos con los que nos han precedido no se deshacen nunca a menos que seamos nosotros quienes los borremos. Un objeto, una frase, una canción, un recuerdo de ellos nos van a permitir establecer ese diálogo, aunque no sea audible. Y ya sabemos esto de que "cada vez que estoy triste porque te echo de menos recuerdo lo afortunado que he sido por tenerte siempre a mi lado".

No es una cabina, es una jaula de mariposas por cuyos barrotes pasa el viento y su murmullo.

Besos.