CON LA MAMÁ

Las entrevistas de trabajo son todo un mundo. Pueden convertirse en un momento muy favorable en la vida de una persona, pero también en el peor mal trago del mundo. Así, en redes sociales las entrevistas de trabajo dejan escenas de lo más cómicas y anecdóticas, pero también se denuncian ofertas laborales abusivas que suelen hacerse virales y que indignan a los usuarios. En esta ocasión no es el entrevistado quien relata su experiencia, sino una experta de Recursos Humanos que cuenta uno de los peores momentos que ha vivido en su puesto de trabajo:  "una madre quiere entrar con su hijo".

 En un primer momento, puede parecer que una madre ha tenido que asistir a una entrevista de empleo con su niño pequeño, pero nada más lejos de la realidad: el candidato al puesto era el hijo:  "estaba buscando a mi candidato, salí a una de las salas donde había varios esperando para diferentes procesos de selección, y había una señora mayor al lado de un chico que parecía el de la foto del currículum". En efecto, ella le llamó por su nombre y el joven se levantó, y su madre con él. La señora se presentó y anunció que iba a entrar a la entrevista: Evidentemente, le dije: 'Mire, señora, es que la entrevista es para su hijo, entonces le agradecería que usted se espere aquí'", continúa relatando, confirmando que a la mujer "no le sentaron muy bien mis palabras" y que trató de justificarse diciendo que "soy su madre, tendré que saber dónde se mete porque hoy en día es que hay de todo, mucho humo, muchas estafas". La mujer no daba su brazo a torcer a pesar de que la empleada le aseguró que "a mi entrevista no viene". Finalmente, "¿quién entró?, nadie", zanja la joven.

(Alba Vilches)

Esta actualización de hoy es un a continuación puesta al día de la de ayer, cuando hablábamos del síndrome de Peter Pan, del que no quiere crecer y sigue bajo las faldas de su madre superprotectora. Ocurre mucho pero este caso práctico se lleva la palma. La criatura de 25 años se presenta a una entrevista de trabajo y su mamá se empeña en entrar con él. Lo curioso es que al no dejarla la entrevistadora, no entró ninguno. Muy mal por ambos, por el hijo y sobre todo por la madre que no lo deja volar solo. Impresentable.

Pero no es el único caso, hay muchos más. Ha habido ocasiones en las que se presenta la madre sola directamente porque el niño, un bigardo treintaañero, estaba jugando al pádel. Otro dijo que tenía que consultar con su madre si le interesaban las condiciones económicas. En mi larga experiencia, una vez una alumna se presentó al examen oral con el novio por si se desmayaba y tenía que atenderla... así no vamos a ninguna parte. Se crea una generación superprotegida e inmadura. Otra cosa es pedir consejo a la madre, que siempre estará allí para guiar a su hijo, tenga la edad que tenga. Como haría sin duda esta preciosa imagen de la Virgen del Buen Consejo que se encuentra en la Iglesia de la Magdalena de Sevilla.

Besos.