EFECTO HALO

 Estudios revelan un fenómeno conocido como efecto Halo donde la belleza exterior influye en nuestra percepción de las cualidades internas de una persona. Desde el ámbito laboral hasta el judicial, el atractivo impacta en todos los aspectos de nuestra vida social.

Seguro que cuando has conocido a alguien, debido a la buena impresión que te ha causado, en alguna ocasión te ha resultado más fácil poder abrirte con ella y contarle cosas que con otros te ha costado mucho más esfuerzo. La principal función de nuestro cerebro es  categorizar rápidamente y de manera subconsciente los estímulos que recibe como seguros o peligrosos. Y lo hace través de los sesgos subconscientes. Estos sesgos nos llevan, en el caso de la apariencia física, a juzgar en un segundo la moral, la capacidad, la personalidad y la honradez de la persona en función de lo atractiva que sea. Independientemente de su género o su etnia. Está demostrado que las personas atractivas, además de generar más confianza, tienen mayor probabilidad de obtener mejores trabajos y reconocimientos dentro de la empresa. Otro ejemplo puede ser el entorno educativo, donde el efecto halo puede influir notoriamente en la percepción que los profesores tienen de los alumnos y viceversa.  Ser prudentes con el juicio que hacemos con la persona y con la confianza que depositemos en ella, nos permitirá generar una imagen más realista y establecer una relación más sana y no basada en una primera impresión superficial.

(Melissa González)

Para mí, lo que llaman el efecto Halo no se refiere solo a la belleza o al atractivo físico . En mi modesta opinión, tener halo es irradiar luz, atractivo, que no siempre le pasa a los más guapos, que a veces son bien sositos. Es cuando alguien entra en una sala y se nota su presencia, por una sonrisa, un porte elegante, y si tiene una conversación inteligente ya tiene todo ganado. También puede referirse a lo que influye en las primeras impresiones.

En un ámbito parecido a esto se pueden encontrar personas con brillo propio, y que se denominan personas faro, aquellas que con su presencia nos llenan de energía. Todos hemos tenido alguna vez cerca de nosotros alguna persona faro que nos ha dado luz cuando hemos estado perdidos. Incluso, nosotros mismos hemos podido ser ese tipo de persona faro para alguien en algún momento de nuestra vida.

Lo ideal sería la mezcla de ambas cosas, halo y faro, y si además encontramos a alguien guapo, agradable y seductor, pues mejor imposible. Una combibación perfecta como los dos grupitos florales.

Besos.