EL ALMA DE LOS HUMANOS

Los científicos saben desde hace no mucho que los humanos, al igual que el resto de seres vivos, emitimos constantemente una pequeña cantidad de luz que los físicos llaman emisión fotónica ultradébil (UPE). Esta aura que nos rodea es tan débil que resulta invisible al ojo humano, aunque no para las más sensibles cámaras científicas. Ahora, un equipo de investigadores ha estudiado este enigmático proceso y ha demostrado que la emisión de luz se apaga por completo en el instante mismo en el que acaba la vida.

 Los seres vivos emitimos partículas de luz que surgen en nuestro interior de manera espontánea llamadas biofotones. Los investigadores la atribuyen a un subproducto de la actividad metabólica, sobre todo de la que supone pérdida y ganancia de energía de las mitocondrias y de otras fábricas energéticas de las células de nuestro cuerpo. Un instrumento similar a este podría ayudar a los humanos. Los doctores podrían realizar diagnósticos médicos y detectar desequilibrios metabólicos en la respuesta de los pacientes a sus tratamientos. No haría falta ninguna intervención invasiva, simplemente observar los cambios en la emisión de luz del cuerpo del paciente. "Lo bueno de la emisión de fotones ultradébiles es que es un proceso de control pasivo completo".

(Omar Kardouri)

Cuando nos hablan del alma, dependiendo de si se es creyente o no, no sé por qué motivo , nos empeñamos en asentarla en una parte física del cuerpo, ya sea el cerebro o el corazón, mientras que para los científicos sería más bien lo que consideramos el aura de cada ser vivo. Para quienes saben de esto, el aura y el alma son conceptos distintos pero interconectados, especialmente en contextos espirituales y metafísicos. El aura es el campo de energía que se dice que envuelve a un individuo, mientras que el alma es el principio vital y espiritual que se considera responsable de la vida y la conciencia. En esencia, el aura puede verse como la manifestación visible de la energía del alma. Como vemos, se trata de conceptos un tanto profundos para una noche de fin de semana.

Lo que sí que es verdad es que cada uno de nosotros irradiamos una especie de energía, el aura, que en algunos individuos es más fuerte y en otros más apagada, como un suerte de luz que no se puede percibir a simple vista. Y es que en el fondo todos somos química y energía, y alguien dijo que una persona no es bella por el marco de su cuerpo, si no por la arquitectura de su alma. Ojalá que todos irradiemos buena luz , lo que los más modernos llaman "vibra". Y no olvidemos que como todo en la vida, hay gente que tiene el alma muy oscura. Esos, fuera de nuestra vida. Viva la luz.

Besos.