EL CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES

Manuel recibió la carta este mismo miércoles: "Empezaron a llamar el telefonillo a una hora un poco rara, serían como las 08:30 de la tarde o así, y no contestaban. Al principio pensé en que se habría equivocado o que sería el típico cartero comercial. Como no contestaba, colgué pero volvieron a llamar insistentemente pero seguían sin decir nada y ya fue cuando salí a la terraza y vi una persona en el portal". Aparentemente, no le parecía una persona de Correos: "Iba vestido de calle, con pantalones cortos y gorra. Llevaba un fajo de cartas en la mano y ya me dijo: "Carta certificada para Manuel Santiago" y ya fue cuando le abrí y me entregó la carta". "Los carteros que reparten las notificaciones por la tarde, no es que vayan de incógnito, es que no nos dan uniforme", apunta alguien que trabaja en Correos y explica que como no son personal fijo no van vestidos como los que sí lo son. Manuel ha sido convocado como suplente del presidente de mesa. Vive en Madrid y, como todos los veranos, se va a una casa familiar a Santander la segunda quincena de julio. La obligación de estar en mesa le parte las vacaciones. Irá en coche y sin reserva de un alojamiento no tiene ninguna documentación que aportar ante la Junta Electoral que le exima de acudir a la mesa el 23J: "Tendré que irme el día antes a Madrid, cuatro horas y pico de viaje, como soy suplente puede que no me tenga que quedar, así que vuelta otra vez a Santander. Es un perjuicio grande, porque además tengo que dejar a mi mujer sola allí ese tiempo con dos niños pequeños que necesitan mucha atención".

Alberto es gallego y vive en Barcelona, así que hace meses compró billetes para ir a su tierra por esas fechas. La semana pasada le llegó una carta para ser primer vocal: "Estaba en mi casa, tocó al timbre el cartero y me dijo, riéndose, espero que te toque de suplente por lo menos", recuerda. Ya ha empezado a hacer las alegaciones oportunas para ver si se puede "librar de este marrón". Le salvan esos billetes comprados antes del anuncio electoral.

(Elisa Muñoz)

Teniendo en cuenta las pocas cartas por correo postal que se reciben últimamente, que en estas fechas llegue el cartero a tu casa con un sobre certificado hace que te tiemblen hasta los tobillos. Como se suele decir, "blanco y en botella", marronazo de mesa electoral. En principio, en cualquier otro mes del año no habría pasado de ser una anécdota, una obligación ciudadana que a alguien le tiene que tocar. Pero es que estas elecciones en la última semana de julio y en puente en muchas ciudades se han convertido en un fastidio para muchos, solucionado, el acto de votar, con el voto por correo que calculan que pasará de los dos millones de solicitudes, que son muchas. Pero de nada sirve si te toca estar en una mesa y tienes que sacrificar las vacaciones que tan ilusionadamente has preparado a lo largo del invierno. Y si te toca suplente todavía es peor porque se hace el sacrificio para nada. Mi hija fue suplente una vez y depués de arreglarse y maquillarse para estar allí a las 8 de la mañana no se tuvo que quedar y volvió a casa y se volvió a meter en la cama. Era un domingo de invierno...

Pienso en los pobres carteros y las malas caras que estarán recolectando esta semana como si ellos tuvieran la culpa. Ahora es el momento de buscar excusas o tener más de 65 años... si no recoges la carta, no importa, ya se sabe eso de que el cartero siempre llama dos veces.

Besos.