EMPEZAR EL DÍA

“El club de las 5 de la mañana”, un libro que fue todo un éxito de ventas que ha creado un nuevo estilo de vida. En resumidas cuentas, lo que el libro propone es bastante sencillo, al menos a priori, y consiste en levantarse a las 5 de la mañana y hacer 20 minutos de ejercicio, 20 minutos de reflexión y 20 minutos de planificación o estudio, es decir, sigue el esquema “muévete, reflexiona, crece”. Levantarse tan temprano ayuda a la gente a empezar el día con buen pie, a cuidar su salud mental y a mantener su productividad. Ese rato de silencio, cuando todos los demás duermen, permite a la persona en cuestión reconectase consigo misma y hacer las cosas sin prisas. De este modo se tiene la oportunidad de disfrutar de una buena ducha o de tener tiempo para preparar un elaborado desayuno antes de que el ritmo frenético del día a día nos lleve por delante.

 Muchas personas han encontrado el momento perfecto para hacer las cosas que la gran mayoría hace por la tarde. Esto se debe a que aprovechan su pico de energía matutino para cumplir con sus objetivos . Sin embargo, esto no significa que sea beneficioso para todo el mundo. Las personas funcionamos según ciclos de energía dentro de las 24 horas del día en los que hay momentos de máxima capacidad y momentos para el descanso que, obviamente, no coinciden para todos de la misma manera.

(El Confidencial)

Siempre se ha dicho que se puede dividir a la humanidad entre búhos y alondras, ya se sea trasnochador o madrugador. No sé si es algo innato o una costumbre adquirida con los años y las circunstancias particulares de cada uno. Está claro que si se madruga da tiempo a hacer muchas cosas antes de salir de casa  a trabajar con un horario convencional. Pero está claro que para pertenecer al club de las cinco de la mañana hay que hacerse socio también del de acostarse a las nueve o las diez de la noche. No se puede uno acostar tarde y luego pegarse ese madrugón. Y depende, como se dice en el texto, de los bio ritmos de cada uno.

Yo por la mañana, recién levantada, no soy nadie y tardo en espabilarme y sin embargo por las noches aguanto más y estoy más lúcida. Estos meses pasados me he estado levantando antes por razones personales y creo que ya se me ha "hecho el cuerpo" a eso además que ya no es fácil dormir más horas y menos del tirón. Pero de ahí a levantarme a las cinco cada día, como que no. A esas horas no han puesto aún las calles y muchos duermen como troncos, como este tan curioso que parece una mesa con un mantel de hojas.

Besos.