ESTATUAS JIZO

Japón es diferente. Y son muchas las curiosidades, los usos y las creencias que sorprenden al viajero que descubre por primera vez al país del sol naciente. Entre ellas,  unas misteriosas estatuas de piedra que pueden encontrarse en los templos budistas o, a veces, en senderos y caminos.  Se trata de las estatuas Jizō de Japón.Warabe Jizō, o simplemente Jizō, es una especie de santo o deidad budista, un ser compasivo que persigue alcanzar la Budeidad, esa condición de felicidad pura e indestructible. Generalmente, se le representa con el aspecto de un monje, aunque las estatuas Jizō pueden adoptar otros aspectos e incluso presentar a veces un aire infantil. Los niños que mueren antes de nacer no han tenido ocasión de acumular suficientes acciones bondadosas. Y por ello están condenados a vagar en una especie de limbo. 

La primera localización  fue el templo budista Hase-Dera. Es uno de los lugares donde se concentran más estatuas Jizō, que alcanzan el asombroso número de 50.000. Se trata de un auténtico lugar de peregrinación para los padres que han perdido hijos y, especialmente, para las mujeres cuyos embarazos no pudieron llegar a término. Hase-Dera es un templo espectacular por la belleza de sus jardines en varias alturas. Se encuentra en Kamakura, una localidad costera a unos 50 km al sur de Tokio donde también se puede ver el Gran Buda de bronce del Templo Kōtoku-in.

(Aetheria)

Y tanto que Japón es diferente. Esta presencia de las estatuas Jizo me sorpremdió y me enterneció tal y como me contaron ayer. Son los niños que no llegaron a nacer o los que nacieron muertos y que se encuentran espiritualmente desvalidos, en una especie de limbo. Para eso están acompañados por esa deidad protectora, como un santo, que se ocupa de ellos. Después al lado hay un lugar donde se ponen velas en su memoria, los niños que no llegaron a nacer...

Una tradición única y distinta para nuestra sociedad occidental tan materialista. Creo que impresiona ver hileras de hasta 50.000 bebés en piedra... sobre todo para las madres que han sufrido un aborto en alguna ocasión.

Besos.