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El confinamiento nos ha traído una nueva y paradójica modalidad de cansancio: la fatiga de las videollamadas. Paradójica porque, a pesar de que ahora los cuerpos no se desplazan por pasillos de metro, calles abarrotadas o atascos interminables, terminan el día, sin embargo, más agotados que antes. La primera razón parece obvia: si no circulan libremente es porque están atrapados entre la incertidumbre y el miedo, la angustia y la pesadumbre.
Pero hay otras razones derivadas específicamente del uso de la tecnología. Las salas virtuales donde “nos reunimos” por videollamada con colegas, pacientes, amigos o familiares dislocan la imagen y el cuerpo. En las pantallas aparece a la vista de todos nuestra imagen, sí, pero más fija y rígida que de costumbre, a veces incluso temporalmente congelada. Sostener la imagen y esa mirada de las pantallas que no cesa resulta cansado, porque además no tenemos los otros recursos expresivos (gestos faciales y del cuerpo). Ni siquiera el silencio (que forma parte de la voz) podemos usarlo a nuestro antojo. No hay que obviar que, a veces, ese silencio se nos impone por deficiencias de la conexión sin que podamos saber si es intencional (del interlocutor) o ajeno a él. No nos queda otra, pues, que fijarnos nosotros también a la pantalla y escrutar los múltiples estímulos en galería de todos los demás participantes, en un intento desesperado de reducir la distancia de los cuerpos.
Sigo diciendo (ya lo he hecho alguna vez) que el teletrabajo se está convirtiendo en algo "normal", cuando no deja de ser excepcional. Imagino que, antes o después, la pandemia remitirá y estaremos preparados para hacer frente a eventuales rebrotes, así que no entiendo que se esté preparando un futuro personal y profesional basado en las relaciones "a distancia" como algo definitivo.
Buena s noches .
No te niego que gracias a Dios que hemos o que tenemos este mundo digital que nos ayuda a poder vernos a distancia y poder solucionar muchas veces problemas ,estudios , ver a los nietos e hijos a traves del movil.
Pero ni mucho menos puede sustituir al cara a cara , al poder tocar , dar un beso o contar algo sin que se congele la imagen .
Pero bueno..demos gracias a Dios ...
Y hay que andar con mucho cuidado pues me dá un miedo al rebrote ...
Las verbenas ni mucho menos como otros años ..pero lo que no han faltado son los petardos...vaya nochecita que nos han dado...
Cuidaros .
un beso.
¡Buenos días! Te he dejado comentarios en los días 13, 14 y 15 de junio.
RE: No he entendido muy bien el comentario que me dejaste ayer, la verdad... después de darle unas vueltas, supongo que te referías al hecho de que al pueblo lo llaman de distintas maneras... bueno, son 2 maneras distintas jaja tampoco es que haya mucha variedad.
Jamás en la vida una vídeollamada, por muy práctico que sea, va a sustituir el ver a alguien en persona y poder charlar cara a cara. Ya no por el tocar, porque como siempre digo yo no soy de tocar para nada, pero sí la presencia, los gestos... que no es que se pierdan en las imágenes pero no es lo mismo, y que desde luego no se va a congelar la imagen.
Tienen razón por ahí arriba. Hay rebrotes y tal, pero por el motivo que sea, ya sea por el descubrimiento de una vacuna o porque de algún modo la pandemia tendrá que ir pasando, la vida podrá volver a la normalidad de siempre, digo yo, en el mientras tanto sí que tendremos que adaptar cosas, pero no creo que eso tenga que ser para siempre. Al menos ojalá...
angela.69Hoy a las 12:45
Joaki-007Hoy a las 12:36
eliocroca2Ayer a las 22:12
corremundosAyer a las 18:46
astur_8202/05/2024