¿HAY ENVIDIA SANA?

Hemos denostado injustamente a la envidia como una de las peores emociones del mundo cuando en realidad la envidia ha movido el mundo, lo ha hecho evolucionar y nos ha dado todo lo que tenemos. La envidia no es mala, todo lo contrario. La envidia es el motor de la vida, el impulsor del progreso y el mayor activador de la conducta y de los logros que alcanzamos.

Gracias a la envidia existe la democracia, gracias a la envidia existe el voto femenino, la escalera social y todos los beneficios sociales y laborales que tenemos. La envidia, como todas las emociones, son necesarias para poder tener una vida plena y además nos aporta mucho. De esta manera, cuando una personalidad constructiva siente envidia hará todo lo posible por poder disfrutar también de ese placer o cualidad que envidia siempre y cuando sea de manera constructiva. Lo reconozco. Yo sentí envidia de las personas que habían visto mundo. Ahora puedo decir que he visitado una treintena de países por trabajo y por placer. También sentía envidia de las personas felices, que disfrutaban de su trabajo y que tenían libertad para no hacer cada día lo mismo y eso que acabo de describir es justamente mi vida y mi trabajo.

(Tomás Navarro)

Estas consideraciones de la envidia encajarían en eso que siempre hemos llamado la envidia sana. Pero yo no estoy totalmente de acuerdo. Quizá el matiz diferencial será el grado de envidia que se tenga hacia alguien o hacia algo. Lo que Navarro describe es, en mi opinión, más bien un deseo de emulación, de intentar conseguir metas que otros han logrado y sirve como un acicate para trabahar en ello.

Pero la envidia en sí, con todas las letras, me parece no solo uno de los siete pecados, sino una gran desgracia en especial para quien la sufre porque en la mayoría de los casos, el envidiado ni se entera.  No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo, así que elige lo que quieres. La envidia de verdad es desear que lo que tiene el otro no lo tenga. Si sentimos admiración por algo lo imitamos y el logro nos hace sentir mejor , si lo envidiamos empezamos mal y podemos terminar odiando y destruyendo… Pero desgraciadamente, la envidia mueve al mundo, pero a peor, de envidiosos y resentidos está la sociedad plagada y luego pasa lo que pasa. Los nubarrones les acecharán y tarde o temprano descargarán sobre la más bonita de las playas, como en esta preciosa foto de una tormenta a punto de caer en Calais. La foto es de Alex, no mía.

Besos.