var isMobileBrowser=false;
¡Corre! Corre! oía a cada paso que daba -¡No te detengas! escuchaba según iba avanzando.
No sabía como había llegado de nuevo hasta allí, sólo tenía claro que debía escapar, huir. El sinuoso sendero por el que iba dando tumbos había cambiado bastante. Ahora era un camino polvoriento, sin vida. Las bellas flores que antes adornaban la vereda habían desaparecido y la maleza, asilvestrada por el paso de los años, era la dueña absoluta del lugar. Se sentía agotada pero no se detenía, seguía escapando, tenía que hacerlo. No estaba segura de cuanto tiempo llevaba corriendo. No sabía de quién huía. Miles de preguntas asediaban su mente: ¿debía detenerse y hacer frente a su desconocido enemigo? ¿tratar de esconderse…? Se sentía insegura, impotente, angustiada, perdida…
De pronto, apenas ya con fuerzas, sus pies se enredaron en una zarza y cayó al suelo. Volvió la cabeza y vio, por fin, a su perseguidor… Ya nada podía hacer, todo estaba decidido y el último pensamiento de Alicia, antes de que el enorme y maldito conejo blanco se abalanzara sobre ella, fue lo que había cambiado el mundo desde que no visitaba aquel país de las maravillas…
(Viviana Vivas)
Otro relato con final sorprendente. Lo que empieza con una angustiosa huída con alguien persiguiéndola, pisándole ya los talones, acaba de manera inesperada al descubrir en la última frase que el perseguidor era el Conejo Blanco y la perseguida era Alicia en pos de ese país de las maravillas que había cambiado tanto.
Lo de vivir en un lugar ideal puede ser engañoso, no existe ningún paraje en el mundo, gracias a Dios, que sea el ideal, la perfección no existe y somos nosotros los que nos forjamos nuestro mundo según nuestras posibilidades y nuestros deseos. La vida es un camino que pasa por distintas fases, amplios y tranquilos valles, paisajes abruptos, carreteras estrechas, caminos polvorientos y de piedras. El truco está en saber adaptarse y sacar de cada momento lo mejor que se tenga a mano. Una vez que se sabe con lo que se cuenta, aprovecharlo al máximo. Y olvidarse de los conejos, blancos o no, que se quieran sacar de las chisteras. Como dijo Alicia: "Desde que me caí por esa madriguera me han dicho qué debo hacer y quién debo ser. (…) Me han acusado de ser Alicia y de no ser Alicia, pero este es mi sueño y yo decidiré como continuar. ¡Yo hago el camino!"
El de la foto es un camino no muy arreglado pero en línea recta y fácil de transitar.
Besos.
Lo difícil es asumir que los caminos por los que transitamos ahora, y que son viejos conocidos, han cambiado inevitablemente. Pero nosotros también y, sin embargo, nos aferramos a la ficción de lo que un día fue y ya no es. Nos falta objetividad, realismo.
Buenas noches .
La foto,una maravilla(otra) ,ese sin fin de la carretera es genial.
Pues si , ningun sitio es el mejor del mundo para vivir o para visitar .
Lo puede ser para nosotros ,por el sitio que siempre habiamso soñado y lo convertimos al mejor , pero claro,siempre habrá otro mejor ,sin duda alguna .
Tambien creo que vá con la persona .para unos puede ser lo mejor de algo lo que para otros ese mejor no lo és.
Y desde luego conformarse siempre con lo que se tiene , es importante .
Pues si , Sant Feliu era uno de esos muchos pueblos de Catalunya que se dedicaba a la industria textil y a la confección.
Pasar buena noche .
Bona nit-
Un beso.
RE: En realidad las obras ya terminaron, parece mucho, pero al final sólo duraron un par de días. Vamos, que sólo tuve que alargar mi estancia en el Portil dos días, que tampoco fue para tanto al final... De todas formas, la habitación de los escombros no es mi habitación, es el vestidor, mi habitación es la que sale en las otras dos fotos, pero al hacer obras en el vestidor, todos los chismes de ahí los tuvieron que poner en mi habitación... así que... Por eso es por lo que no podía volver, porque mi habitación estaba patas arriba llenita de chismes.
Vamos, que el techo ya está puesto y bien. Lo único que le falta es una manita de pintura blanca xD
En realidad nuestro destino es recorrer los caminos en busca de ese mundo ideal que, en efecto, nunca existe.
Yo voy a morir en la misma ciudad donde nací. Pero esto es infrecuente en esta ciudad que por su carácter portuario y militar siempre albergó una gran proporción de población transeúnte. Hay que recorrer los caminos y el mundo en busca de tu arraigo.
Ya dijo Cervantes que "El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos".
Besos.
Joaki-007Hoy a las 06:19
eliocroca2Ayer a las 22:10
corremundosAyer a las 11:04
angela.7020/06/2025
larocuky18/06/2025