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En una época en la que todos en mayor o menor medida hemos tenido que convivir con nosotros mismos al recortar nuestra vida social y pasar más tiempo solos en casa, hemos dispuesto de más tiempo de lo esperado -y posiblemente del deseado- para pensar en asuntos existenciales sobre nuestra vida. Además, si nuestra percepción del paso del tiempo es acelerada, seguramente hayamos reparado en que han pasado ya casi dos años desde aquel infame marzo de 2020 en el que todo cambió para siempre. Y ahora, nada más comenzar 2022, si echamos la vista hacia delante y no nos dejamos llevar por la nostalgia (esa pasión tan triste e inmovilista), es decir, somos un poco optimistas, no hay mejor faro para guiarnos que el del deseo y la pasión.
Todo el mundo tiene placeres a los que dedicar su tiempo libre. Algunos son más realizables que otros. Unos están en el plano ideal y a pesar de empeñar todo nuestro esfuerzo somos conscientes de que no se cumplirán. Sin embargo, tanto los más prometedores como los más imposibles conforman las aspiraciones de una persona en su futuro a medio y largo plazo. Nadie desea algo que sabe que no le va a venir bien. Y en una época en la que nos hemos acostumbrado a recibir tantas noticias malas, actos como imaginar o desear se convierten en importantes tesoros de los que no hay que desprenderse.
(E. Zamorano)
Todos hemos oído más de una vez que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque lo malo de los deseos es que a veces se cumplen. Pero como se puede leer más arriba todo lo que solemos desear es algo que consideramos que es bueno y beneficioso para nosotros. También es bien cierto que no se puede confundir necesidad con deseo. La necesidad y el deseo son dos conceptos diferentes, que en ocasiones pueden llevar a la confusión, pero mientras la necesidad se refiere a las cosas imprescindibles para vivir, el deseo se centra en aquello que se gustaría obtener, pero que no es una necesidad básica.
Así que en esta horrible racha que estamos pasando, más nos vale imaginar lo que deseamos, tranquilidad, salud, poder estar con nuestros seres queridos, poder abrazarlos, lo que quizá sea el mayor de los tesoros para nosotros. ¿Necesidad o deseo? No sabría qué contestar, la verdad.
En cualquier caso, para formular deseos nada mejor que un brindis y si es con estas preciosas copas joya, réplicas de las que se encuentran en el Museo de la casa Lis.
Besos
Imaginar es de las pocas cosas que la pandemia nos sigue permitiendo, y hay que aferrarse a ello para salir adelante. Sobre todo porque la realidad nos acaba cerrando muchas puertas, nos dificulta viajar, compartir experiencias..., pero imaginar algo parecido a un mundo feliz, sin covid, está al alcance de todos.
Bona nit .
Estas copas son una autentica pasada , preciosas.
Yo creo que todas los deseos que en estos momentos tenemos son en parte necesidad y parte deseo de verdad .
Són ya dos años sin poder hacer practicamente lo que nos gusta ,lo que en muchos casos necesitamos como es abrazar o besar a los nuestros.
Esperemos que ,aunque lo estamos diciendo hace mucho, se acabe pronto esta maldita pandemia y podamos volver a vivir como antes , poder besar y abrazar a los nuestros , pero abrazos y besos de verdad no como ahora que ni son besos ni nada ,todo lo poco que hacemos lo hacemos con miedo.
Pues yo tambien veo un pájaro de frente con su pico y todo....palabra .
Buenas noches .
Un beso.
Curioso artículo de E.Zamorano que de alguna forma se alinea con el pensamiento de quienes entienden que vivir debe entenderse como disfrutar. Henry Miller ya pensaba así: "Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia".
No deja de ser un lujo. A veces es mejor buscar la felicidad en las pequeñas cosas de cada día
Preciosas las copas, como preciosa es la Casa Lis y su museo. Buen fin de semana. Besos.
Puede que algo que es más superficial (superficial para nosotros) y que estamos acostumbrados a hacer a diario, sea un deseo, pero si te privan de ello, con el paso del tiempo puede llegar a convertirse en una necesidad. Ejemplo. Nosotros gracias a dios tenemos comida que llevarnos a la boca todos los días. Pues un día, deseas porque se te antoja, comerte un trocito de turrón, o de chocolate, o de lo que sea... eso es un deseo. Pero para el negrito de África que está comido por las moscas, el comer no es un deseo, es una necesidad, porque es algo que normalmente no tiene a su alcance.
Pues algo parecido con el tema abrazos y otras cosas semejantes.
Qué copas más bonitas. Son una preciosidad. La Casa Lis fue una de las cosas que más me gustaron de Salamanca.
Joaki-007Hace 26 minutos
angela.69Hoy a las 15:47
eliocroca2Ayer a las 22:07
corremundosAyer a las 11:26
NoizzClear08/11/2024