INCONTINENCIA AFECTIVA

Imagina que estás con un grupo de amigos. Estás pasando un mal momento porque te acaban de echar del trabajo, de la forma más injusta. Decides contárselo, a ver si te animan un poco. En la parte más triste de tu historia, uno de tus amigos empieza a reírse como un loco, fuera de control. ¿Cómo te sentirías?

El síndrome de incontinencia afectiva es una afección que se caracteriza por episodios de risa o de llanto que se desencadenan por motivos triviales (o sin motivo alguno) y que son desproporcionados e incontrolables. A veces, los accesos de risa y de llanto son independientes del estado de ánimo. La persona llora sin estar triste o ríe sin estar contenta. Es el caso de tu amigo: aunque se ría, en realidad no se alegra de que te hayan echado del trabajo. Sus emociones son congruentes con lo que le cuentas (se siente triste por ti), pero es incapaz de expresar esa tristeza como corresponde. Los ataques de llanto o de risa son breves y frecuentes. Como hemos explicado, aparecen de pronto, por motivos nimios o incluso sin razón aparente: la persona está bien y de pronto se echa a llorar o a reír. Siguiendo con tu amigo imaginario, lo primero que deberías recomendarle si crees que tiene incontinencia afectiva es que hable con su neurólogo. Es fundamental diferenciar este síndrome de otras enfermedades que afectan al estado de ánimo, como la depresión y el trastorno bipolar. 

(E.M.)

Leyendo artículos como éste. y otros más del mismo estilo, nos damos cuenta de la fragilidad del ser humano. Lo que puede parecer a primera vista una risa tonta e inapropiada o que estamos delante de un llorón que nos amarga la reunión es mucho más que eso, porque puede deberse a un problema neurólogico que hay que tratar.  Reírse es algo extraordinario, una señal de salud y optimismo y que normalmente refleja un estado de alegría y se ha demostrado que es muy saludable. La risa considerada como normal, puede estar desencadenada por un acto reflejo, o por un episodio sobrevenido. Nadie estamos libres de eso que se ha llamado ataques de risa que además son contagiosos, pero todo bajo control y en un momento determinado.

Luego hay otro tipo de incontinencia afectiva y, en mi opinión, se refiere a esas personas que a la fuerza muestran su afecto de manera exagerada, besando, abrazando y tocando en demasía a los que tienen al lado, gente tocona o sobona. Como los extremos son malos, es igual de molesto que esas personas tan secas y antipáticas que parecen un palo de la escoba. Como los palos con los que está hecha esta curiosa escultura en la Isla de la Gomera que se titula "Homenaje a la mujer campesina canaria". Cortesía de mi hermana.

Besos.