INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia emocional se ha consolidado como un factor clave para el éxito en las relaciones personales y profesionales. Los individuos con un alto nivel de esta habilidad no solo logran comprender mejor sus propias emociones, sino que también destacan en su manera de comunicarse con los demás. Las personas con gran inteligencia emocional no se limitan a hablar de sí mismas o a formular preguntas superficiales. Ellos profundizan con preguntas abiertas que invitan al otro a expresarse con libertad, demostrando un interés sincero por lo que la otra persona siente o piensa. De este modo, logran crear un ambiente de confianza y fomentar un diálogo significativo. Otra norma que aplican es ajustar su tono de voz, postura y gestos según la situación y la persona con la que interactúan. Esta habilidad para adaptar la comunicación no verbal es esencial para transmitir empatía y cercanía. Una persona emocionalmente inteligente sabe cuándo mantener un tono sereno en momentos tensos o cuándo usar un lenguaje más enérgico para animar a alguien. Lejos de proyectar una imagen de perfección, las personas con alta inteligencia emocional no temen admitir sus equivocaciones. Hablar abiertamente de sus errores y fracasos les ayuda a generar una conexión más auténtica con los demás y a transmitir humildad. Al compartir estas experiencias, no solo muestran que son humanos, sino que también crean un entorno en el que la vulnerabilidad es aceptada y donde se valora el aprendizaje que surge de los tropiezos.

(Álvaro García)

En estos tiempos en los que parece que la Inteligencia artificial lo invade todo, no está de más pararnos a reflexionar sobre algo que no debe ni puede perderse nunca y esa el la Inteligencia Natural y concretamente en un aspecto derivado de ella, lo que se llama la inteligencia emocional, que no todos somos capaces de practicar y ni siquiera conocer.  Cuando hablamos de inteligencia emocional (IE), nos referimos a la habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones y que ayuden a comunicar mejor, a empatizar con otras personas, superar desafíos y aminorar conflictos.

Estas capacidad es muy importante aplicarla dentro del núcleo familiar, en la escuela o en el trabajo. Pero como se dice más arriba puede funcionar para conocernos mejor, ver nuestras propias cualidades y si se puede mejorar. ¿Cómo se puede conseguir esto? Pues dejando de hablar de uno mismo todo el tiempo e interesarse con lo que nos cuentan los demás, creando ambiente de confianza trasmitiendo cercanía y reconociendo ante los otros nuestros posibles errores, lo que es básico para conseguir eso que se llama empatía. La IA no creo yo que consiga esto. Nunca generará empatía. No hay correlación entre el coeficiente intelectual y la empatía emocional. Están controlados por diferentes partes del cerebro y si encima procede de una máquina... En resumen, en mi opinión se trata de aplicar sentimientos a los pensamientos. El pajarito de la foto no tiene pensamientos ni sentimientos, es artificial pero a mí me da mucha ternura.

Besos.