LA ALDEA DE LOS GATOS

En '1Q84' Haruki Murakami describe, de modo metafórico, la "Aldea de los Gatos", un pequeño relato dentro de la historia principal que juega un papel simbólico y que surge como un lugar misterioso y aislado donde los gatos dominan y los humanos desaparecen sin dejar rastro. En la vida real, estas cosas no suceden todavía, aunque pueden llegar a semejarse. Tal es el caso, por ejemplo, de una de las aldeas del ayuntamiento ourensano de A Merca, Zarracós, que se enfrenta a una peculiar y creciente problemática: los gatos han tomado el control.

Se estima que en esta comunidad viven más de 70 gatos callejeros, cifra en continuo aumento. Esta sobrepoblación preocupa a los habitantes, que han solicitado ayuda para frenar la expansión mediante la esterilización de los animales. Sin embargo, hasta el momento, no parece haber una solución clara.

El problema no es solo la cantidad, sino las consecuencias que trae consigo esta invasión. Los gatos, en busca de alimento y refugio, se cuelan en las casas, estropean las huertas y su presencia deja un rastro de olores desagradables.Pero la vida en A Merca va más allá de los gatos. En este sentido, la localidad tiene un vínculo muy profundo entre su nombre y el lugar. El topónimo “merca” deriva de “mercar”, es decir, comprar, una actividad que durante siglos ha definido la vida de la mayoría de sus habitantes, conocidos como tratantes. El municipio  alberga tesoros turísticos, entre ellos el área de Os Canastros, la mayor concentración de hórreos de España y una de las más grandes de Europa.

(Javier Presas)

Da un poco de aprensión lo que ocurre en esta aldea de Orense, que tiene más gatos que habitantes y no es como en la novela del escritor japonés que los gatos toman el mando pero desde luego es inquietante, porque a diferencia de los humanos que cada vez se reproducen menos y que además huyen de los pueblos y las aldeas, los felinos proliferan cada vez más con las desventajas que esta superproducción puede generar. En general no solo son estos gatos gallegos sino lo que llama la atención es también la cantidad de perros que hay en las ciudades, más que niños que nacen. Las parejas parece que prefieren los perrhijos... se ven pocas sillas de bebés y muchos canes.

Por otro lado, es una lástima que lugares así , como esta aldea, caigan en la dejadez y la despoblación cuando además tienen un cierto interés turístico como es el caso de esa zona donde se encuentra la mayor proliferación de hórreos de España.

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El hórreo de la foto, tan bonito, es de la zona cántabra y es espectacular.

Besos.