LA CAJA DE PANDORA

 Cuenta la leyenda que, tras haber robado el titán Prometeo el fuego de los dioses para regalarlo a los hombres y el castigo que Zeus le impuso por tamaña osadía, su hermano Epimeteo recibió como regalo de los Olímpicos una compañera: Pandora. Ésta fue dotada con todos los encantos que los dioses podían proporcionarle: Afrodita le dio la belleza, Hermes la elocuencia, Atenea la sabiduría, Apolo la música...

    Cuando Pandora se presentó ante Epimeteo, lo hizo acompañada de otro regalo de Zeus: una caja cerrada,que bajo ningún concepto debía ser abierta. Epimeteo, deslumbrado ante la gracia y la belleza de Pandora, ignoró la promesa hecha a su hermano Prometeo de no aceptar jamás regalo alguno de los dioses olímpicos, pues eran astutos y traicioneros, y la aceptó como compañera, aceptando al mismo tiempo la caja que la acompañaba, que escondió en lugar seguro...

    Pero la curiosidad pudo con Pandora, y un día que Epimeteo dormía le robó la llave del lugar donde escondía la caja, y la abrió para espiar su contenido. Al levantar la tapa, grande fue su desilusión al encontrarla vacía, pero era porque en ese mismo momento escaparon de ella todas las desgracias y males que podían afectar al hombre, y se extendieron por el mundo: enfermedades, sufrimiento, guerras, hambre, envidia, ira... Mas todavía le dio tiempo a vislumbrar en el fondo de la caja algo que aún no había escapado, y corriendo la cerró. Lo que pudo conservar en el fondo de la caja fue la Esperanza, que no consiguió escapar. De ese modo fue sellado el destino de todos los hombres, que a partir de entonces padecieron toda suerte de males..., pero incluso en medio de los más terribles de ellos, siguen conservando la Esperanza...

(Universidad de Valencia)

Como todos los episodios mitológicos el de la Caja de Pandora es fascinante y aleccionador. Pandora, según la versión más común del mito, fue responsable de abrir la caja (originalmente una jarra) que le fue dada por los dioses y que contenía todos los males, liberando en el mundo todas las desgracias que aquejan a la humanidad. En la cultura moderna, la “caja de Pandora” se utiliza metafóricamente para referirse a una fuente de problemas o dificultades que, una vez abierta, desencadena una serie de consecuencias negativas o inesperadas. Y es que una vez abierto el receptáculo donde se encierran nuetros males ocultos ya es muy difícil impedir que salgan todos juntos en una cadena de desgracias sin fin.  Es como destapar la caja de los truenos.

Cuando Pandora se da cuenta de lo que está sucediendo, trata de cerrar la caja antes, quedando en el interior únicamente la esperanza. De ahí viene el dicho “la esperanza es lo último que se pierde”. Lo lamentable es que al igual que la desobediente Eva que comió del árbol prohibido, aquí es otra mujer, quien no pudiendo controlar su curiosidad esparció los siete males para toda la humanidad. Como hemos visto, ambos mitos irradian una fuerte aversión a la mujer, especialmente al papel que tiene ésta en las relaciones con los hombres y cómo los conduce. El eterno femenino, qué le vamos a hacer. Puestos a imaginar, la terrible Caja pudiera ser una vasija como la de la foto, datada en el Siglo primero antes de Cristo. Está sin tapar así que los males andan por ahí y ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde.

Besos.