En pleno proceso de redacción de su próxima novela, el escritor Arturo Pérez-Reverte ha hecho una pausa para hablar sobre los secretos de su actividad creativa, «Yo escribo con lo que he vivido y lo que he leído», proclamó Pérez-Reverte. «Y cuando tienes más pasado que futuro, es muy interesante».
«No tenía intención de ser novelista», confesó el escritor cartagenero en un momento del encuentro. «Yo era un reportero que escribía novelas en sus ratos libres y la literatura se topó con mi vida. En un principio estuvo mezclada mi biografía con la literatura que escribía. Uno debe escribir sobre aquello de lo que sabe. Y si no, debe aprenderlo. Así, cada libro es una excusa para profundizar en siglos y lugares. Termino siendo un experto, me lo zampo todo. La parte más fascinante es documentar la novela, vivir con ese mundo. Por eso compro objetos, pitilleras, pistolas... Porque estando con ellos estoy viviendo otra vida. Así, una novela «es un aprendizaje». Eso incluye leer libros, viajar, amueblar mi cabeza con cosas que no había hecho, hasta llegar al punto deseado. Cada novela es una forma de mantenerte vivo, meterte sangre nueva. Cuando estoy escribiendo me acuesto pensando cómo voy a torturar a un tío, o degollar a una mujer, o hundir un barco en el Mar Egeo. Lo cual tiene efectos muy beneficiosos: Vivir con la cabeza activa con la edad y la biografía que tengo, seguir renovando eso, es un privilegio.
El escritor no tiene por qué hacer mejor el mundo: tiene que contar historias para entender el mundo. Por eso quiero que quienes me lean me necesiten, que el lector viva vidas que no podría vivir sin mí, multiplicar sus vidas con las mías. Alguien que está compartiendo tu mundo, tu mirada. Pero ésta es la única vez en mi vida que he pretendido hacer mejor al mundo».
(Darío Prieto)
EScuchar, ver o leer reflexiones de Pérez-Reverte es algo que siempre enriquece por la experiencia de un hombre que ha vivido tanto, ha asistido a tantas guerras y conflictos que parece que le han endurecido el corazón, pero que le han hecho más escéptico. Sin embargo es alguien que no se calla ante nada y dice lo que piensa. Cree que no se debe ser equidistante sino ecuánime y eso no siempre gusta a todos.
Pero lo que más me ha interesado de sus palabras es cuando explica el proceso de documentación de una novela, algo que yo he vivido de cerca. Y piensa, como otros escritores, que es el momento más divertido y enriquecedor de una novela, la parte más fascinante y que supone todo un aprendizaje. Yo sé lo que es organizar un viaje, visitar lugares in situ, comprar libros, ver películas, fotos y grabados para que nada se escape y el autor se empape de todo lo que después va a volcar en sus escritos para deleite de sus lectores. Para que puedan vivir otro mundo, otra época, otras vidas. Ya lo dijo George R.R. Martin: “Un lector vive mil vidas antes de morir… Aquél que no lee sólo vive una”. ¿Cuántas vidas habrá en estos libros?
Besos.