LA MANO

El apretón de manos es un gesto universal que atraviesa culturas y épocas, y su significado va mucho más allá de un simple saludo. Desde la antigüedad, este gesto ha sido una herramienta poderosa para construir relaciones humanas y generar confianza. El apretón de manos tiene sus raíces en la antigua Grecia y Roma, donde era una símbolo de confianza y cercanía. Hoy en día, sigue siendo una forma esencial de conexión humana en contextos tanto personales como profesionales. La ciencia ha demostrado que este gesto no es solo una formalidad, sino una poderosa herramienta de comunicación no verbal. Un apretón de manos firme puede influir en la percepción de la persona que lo recibe, generando confianza y seguridad y una actitud abierta a nuevas experiencias y las personas con apretones de manos firmes suelen ser más extrovertidas y menos tímidas. Esta característica es consistente a lo largo del tiempo, lo que sugiere que no es solo un gesto puntual, sino un reflejo de la personalidad.

También existen diferencias entre hombres y mujeres. Curiosamente, los investigadores identificaron diferencias de percepción según el género. En los hombres, un apretón de manos firme está asociado con seguridad y determinación. En las mujeres, este gesto no sólo comunica confianza, sino que también demuestra determinación y estar abiertas a nuevas experiencias. En ambos casos, una buena impresión está garantizada. El apretón de manos es más que una tradición: es una herramienta psicológica y social con un impacto real en cómo nos perciben los demás. Un saludo firme puede abrir puertas, fortalecer relaciones y comunicar confianza sin necesidad de palabras.

(David Cavero)

A raíz de la pandemia parece que el apretón de manos ha tomado la delantera al beso más o menos protocolario. Y es cierto que no todo el mundo estrecha la mano del mismo modo. No hay cosa que dé más grima , al menos a mí, que esa mano blanda y húmeda que parece un pez que te roza. Al mismo tiempo una mano que te aprisiona, te aprieta y no suelta el contacto puede resultar molesta y agobiante, aun así siempre es preferible. Y como en todo, este acto físico denota también muchos aspectos desde el punto de vista social y psicológico de quien lo hace. Es importante causar firmeza y seguridad porque así será como nos perciban los demás.Es todo un acto de comunicación no verbal.

Al lado de esto hay manos que acarician, que acogen, que se tienden en un acto de cariño y acogimiento. Desde un punto de vista poético, hay quien dice que las manos son extensiones del corazón y que lo que se da con una mano se recibe con las dos. Ya lo dijo San Agustín: "Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos".

La mano de la foto pertenece a la Piedad de Gregorio Fernández que procesiona en Valladolid. Una mano de madre que pugna por poder agarrar la de su hijo ya fallecido.

Besos.